Birmania la revolución de los monjes

Birmania es un paí­s clave para el control del comercio en Asia

La «revolución azafrán» de Birmania, al igual que la «revolución naranja» de Ucrania, la «revolución rosa» de Georgia y las distintas revoluciones de colores instigadas en años recientes contra paí­ses estratégicos vecinos de Rusia, es un ejercicio de cambio de régimen orquestado en Washington hasta en sus más mí­nimos detalles.

Extraoficialmente se calcula que la inflación, que ha sido el disarador nominal de las protestas masivas lideradas por los monjes de túnicas azafrán, ha aumentado en un 35%. Irónicamente, el plan para aumentar los precios de la energí­a se puso en práctica con la bendición del FMI y del Banco Mundial.La ONU calcula que la población de alrededor de 50 millones de habitantes gasta hasta un 70% de sus ingresos mensuales sólo en comida. El reciente aumento del precio del combustible, resultado directo de las reformas patrocinadas por el FMI, hace que la situación sea insoportable para decenas de millones.La «revolución azafrán» de Birmania, al igual que la «revolución naranja» de Ucrania, la «revolución rosa» de Georgia y las distintas revoluciones de colores instigadas en años recientes contra paí­ses estratégicos vecinos de Rusia, es un ejercicio de cambio de régimen orquestado en Washington hasta en sus más mí­nimos detalles.el National Endowment for Democracy (NED), el Open Society Institute de George Soros, la Freedom House y el Albert Einstein Institution de Gene Sharp, éste último un instrumento de la inteligencia de EEUU utilizado para iniciar cambios «no violentos» de regí­menes en todo el mundo que beneficien los planes estratégicos de EEUU.El Departamento de Estado ha admitido que apoya las actividades de la NED en Birmania. La NED es una entidad «privada» financiada por el gobierno de EEUU, cuyas actividades están concebidas para apoyar los objetivos de la polí­tica exterior de ese paí­s, haciendo hoy lo que hizo la CIA durante la Guerra Frí­a.El Departamento de Estado de EEUU ha reclutado y entrenado a lí­deres claves de numerosas organizaciones antigubernamentales. Al menos desde 2003 ha entregado a la NED la suma relativamente elevada (para Birmania) de más de 2,5 millones de dólares anuales para actividades relativas a la promoción del cambio de régimen en ese paí­s.Hay que preguntarse a qué se debe el interés en un lugar tan remoto como Birmania. El control geopolí­tico parece ser la respuesta. El control de las estratégicas rutas de navegación que van desde el Golfo Pérsico hasta el Mar del Sur de China. La costa de Birmania proporciona acceso marí­timo muy cercano a una de las rutas de navegación más estratégicas, el estrecho de Malaca, el angosto paso entre Malasia e Indonesia.Desde el 11 de septiembre de 2001, el Pentágono he tratado de militarizar la región con el argumento de defenderla contra posibles ataques terroristas. EEUU ha logrado hacerse de una base aérea en Banda Aceh, la Base de la Fuerza Aérea Sultán Iskandar Muda, en el extremo norte de Indonesia.El estrecho de Malaca, que une los océanos Índico y Pací­fico, es la ruta marí­tima más corta entre el Golfo Pérsico y China, y es el cuello de botella clave de Asia. Más del 80% de las importaciones de petróleo de China son transportadas por buques petroleros que transitan por el estrecho de Malaca.Pekí­n también conoce la importancia estratégica de Birmania. Desde que China se dio cuenta de que EEUU estaba decidida a militarizar unilateralmente los campos petroleros de Oriente Próximo en 2003, Pekí­n ha reforzado su compromiso con Birmania.En años reciente Pekí­n ha invertido miles de millones de dólares en asistencia militar a Birmania, lo que incluye aviones de combate, de ataque a tierra y de transporte, tanques y vehí­culos blindados para transporte de personal, barcos de guerra y cohetes tierra-aire. China ha construido ví­as férreas y carreteras en Birmania y obtuvo permiso para estacionar sus soldados en ese paí­s. China, de acuerdo con fuentes de defensa de India, también ha construido una gran instalación de vigilancia electrónica en las Islas Coco de Birmania y está construyendo bases navales para acceder al océano Índico.De hecho, Birmania es parte integrante de lo que China denomina su «collar de perlas», su plan estratégico de establecer bases militares en Birmania, Tailandia y Camboya para contrarrestar el control que ejerce EEUU sobre el estrecho de Malaca.

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