Bipartidismo

ES NORMAL que Mariano Rajoy defienda el bipartidismo. Es su negocio. El hombre que perdió dos elecciones generales ante José Luis Rodríguez Zapatero, cosa de notable mérito, y sobrevivió como candidato de la derecha gracias al apoyo de Francisco Camps, no estaría en la Moncloa si hubiera existido un tercer partido, es decir, la opción de triangular. Entendámonos, siempre hubo un tercer partido, una peculiar tercera pierna ortopédica del bipartidismo. Pero desde que se dedica a redimir y liberar su pobre nación oprimida, la coalición Convergència i Unió (si es que aún existe como tal coalición) no parece desear, y subrayo lo de que no parece porque con CiU nunca se sabe, la ingrata tarea de garantizar con el taxímetro bajado la gobernabilidad de España. Yo creo que Rajoy puede estar tranquilo. El bipartidismo seguirá, aunque tras las próximas elecciones pueda quedar en suspenso. Quien tiene difícil la supervivencia como alternativa de poder es el Partido del Sur, también conocido como PSOE. Imaginemos, como ya imagina el propio Rajoy, que el PP queda lejos de la mayoría absoluta el año próximo y se abraza al PSOE, como socio de gobierno o como apoyo parlamentario más o menos recurrente. Para eso hay que imaginar también que entre PP y PSOE suman una mayoría suficiente, cosa que requiere una fantasía importante. Imaginémoslo, de todas formas. ¿Cuántos meses sobreviviría la antigua pata izquierda del sistema? Al socialismo catalán, sea bajo su actual uniforme de PSC, sea como federación regional del PSOE, solo le queda el voto de la periferia barcelonesa. Explíquenle ustedes al votante de Cornellà, L’Hospitalet o Badalona, tal vez el último votante clásico, el último que aún distingue entre derecha e izquierda porque el Procés le deja frío, que ha de votar a quienes solían representar a la izquierda para garantizar la estabilidad de un gobierno de derechas. Expliquen, a ver qué pasa. Sin Cataluña y débil en la cornisa cantábrica, lo que llamábamos PSOE se queda definitivamente en Partido del Sur. El futuro bipartidismo consistirá en un partido conservador (del sistema), el PP, y un frente reformista (del sistema) en el que habrán de convivir dos opciones dispares como Podemos y Ciutadans/Ciudadanos. El PSOE y el resto de las formaciones tendrán que elegir un bando u otro. Suena raro. La vida es rara.