La Fiscalía de la Audiencia Nacional ha remitido hoy un escrito en el que solicita al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón la suspensión de actividades de las formaciones abertzales D3M y Askatasuna. El juez ha acordado aplazar hasta el próximo martes su decisión tras tomar declaración a 13 de sus integrantes. El magistrado ya ha considerado en un auto que todos ellos representan «con fines políticos y electorales» a Askatasuna como partido político y a D3M como «asociación transitoria», formaciones «bajo la dirección e instrumentalización de Batasuna-EKIN y la superior dirección de ETA». Por su parte, en el escrito de la Fiscalía de la Audiencia Nacional se concluye que «del examen de las recientes diligencias aportadas al procedimiento se desprende la existencia de indicios que claramente evidencian la instrumentalización de Askatasuna y DM3 por la organización ilegal ANV-Batasuna y su incardinación en el complejo terrorista ideado y liderado por ETA».
Es una buena noticia que los órganos judiciales concernientes hayan actuado con diligencia y eficacia ara impedir que los representantes políticos de ETA se presenten a las elecciones autonómicas vascas, esas plataformas del terror con nombres diversos pero con la misma dependencia orgánica de ETA. Es una buena noticia ahora. Lo hubiera sido antes también. Con las elecciones anteriores. Cuando se permitió que llegaran a 42 ayuntamientos vascos y que sigan ahí. Cuando la línea conciliadora de Zapatero en el seno del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), y que en el Partido Socialista de Euskadi (PSE), encabeza Patxi López, permitió que se presentaran y obtuvieran representación política estas plataformas terroristas, colaborando a que se disfrazaran una vez más de “demócratas”. Es sumamente importante para la libertad en el País Vasco y para terminar con ese régimen de terror, miedo y silencio, persistir en esta decisión. Impedir que se presenten a las elecciones y obtengan representación. Impedir que se apropien del dinero público de todos los demócratas para mantener sus actividades terroristas y su organización, en todas sus ramas y modalidades. Porque no se puede emborronar y confundir la conciencia ciudadana y la postura democrática firme que ya sabe que no puede haber diálogo ni negociación política con ETA ni con sus representantes “legales”. Sólo se debe hablar con ETA de cuándo dejan y dónde entregan las armas. Hay que persistir hasta el final.