El partido de Berlusconi fagocita a su socio Alianza Nacional

Berlusconi y Fini, tanto monta…

El lí­der de Alianza Nacional (AN) Gianfranco Fini, es el presidente de la Cámara Baja del Parlamento italiano. El AN, heredero histórico del fascismo italiano, celebró en Roma su último Congreso Nacional en el que se ha aprobado la disolución de la formación y su fusión con Forza Italia, el partido del primer ministro Silvio Berlusconi, a su vez integrado en el partido Pueblo de la Libertad. Fini de socio en la propagación como una enfermedad del fascismo en Italia y Europa, pasa a ser el Heredero de un fascismo «maquillado».

Si en algo se esta “caracterizando” la resente legislación de Berlusconi, es sobre todo, como ha hecho realidad mediante leyes, los delirios aberrantes, racistas y xenófobos de sus socios en el poder. El blanco de la esta política han sido los inmigrantes, y dentro de este colectivo los musulmanes junto a los rumanos, son los que se han llevado y se llevan la peor parte.Esta "línea" antiislámica que crece como la mala hierva gracias a las organizaciones "post fascistas" europeas. Es "algo más" que en los habituales prejuicios etnocéntricos o culturales. Tanto Berlusconi como Fini son pro imperialistas y pro sionistas, tendríamos que desentrañar las razones ideológicas profundas que han llevado a las organizaciones neofascistas a convertirse en un instrumento operativo subordinado a los vencedores de una guerra que perdieron, Y por otro lado socios serviles de sus victimas.Un factor común de este triangulo de terror Imperialismo, fascismo y sionismo, podríamos verlo en las declaraciones que hace unos años el entonces secretario general de la OTAN, Willy Claes, ya comparó el islamismo con el comunismo. Y que la táctica de Guerra preventiva contra el terrorismo, por la que el imperialismo aplica de forma más brutal e inhumana, si cabe, la nueva estrategia de tensión y terror. Para realizar la misión subordinada y represora “acordada” con el imperialismo, estas organizaciones y gobiernos post fascistas tiene que “maquillar” su discurso y adaptarlo a las nuevas circunstancias.Fini siempre ha asumido plenamente su esencia reaccionaria, anticomunista, colaboracionista, de defensa del orden político establecido y del status quo imperialista.Fini ha sido una barrera fascista contra el supuesto antisemitismo de la mayoría de los europeos que consideraban criminal la política de Sharon y peligrosas para la paz mundial las decisiones de Israel. Esto lo explicaría el dicho sionista “vale más un fascista que un israelita de izquierdas”Gianfranco Fini, aseguró que su “amigo español” José María Aznar ayudó “antes que nadie en Europa” a que la derecha italiana “ligada a la nostalgia del fascismo” se “integrase plenamente en el sistema político” y pasara a tener un corte “democrático”.

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