Berlusconi, no se ha enterado de "quien siembra viento, recoge tempestades"

Berlusconi, eso no se dice, eso no se hace, eso no se…

La última de Berlusconi es la aprobación ayer de un decreto urgente contra los violadores, en el que se incluye la autorización y regulación de rondas de ciudadanos no armados que patrullarán los barrios por la noche para velar por la seguridad de sus vecinos. La aprobación con carácter de urgencia de esta norma es consecuencia directa de los últimos casos de violaciones acaecidos el pasado fin de semana en Roma, Bolonia y Milán, los cuales generaron un intenso clamor social.

Si bien la reulsa por esos actos es unánime, el fin no justifica los medios, al menos que seas un fascista xenófobo, un gran manipulador, que utilice todo su poder, para hacer de Italia un feudo de la ultra derecha, sin escamotear recursos. Y como la mayorí­a de los medios de comunicación, así­ como el gobierno esta en manos de un personaje como Berlusconi que tiene como objetivo, estigmatizar y criminalizar a colectivos por acciones individuales sólo por el hecho de ser extranjeros, pobres, tener una cultura diferente y/o pertenecer a otra etnia.  Consigue con los medios a su alcance manipular, aumentando la alarma social, dictando lo que es noticia y lo que no. Ha utilizado los desgraciados sucesos de esas tres mujeres, para sacar a delante y por ley, la justificación y legalización de otro delito el de «linchamiento», aspirando posiblemente a que se «convierta en el deporte preferido» de los depravados de ultraderecha. Ha dado amparo legal a lo que ayer mismo los diarios de la mañana dedicaban espacios a las palizas propinadas por rondas sin control en varias partes de la pení­nsula. Desde el 2007, empezaron las primeras «cazas» al inmigrante, primero fueron los gitanos rumanos. Un asesinato (cometido por un gitano rumano y denunciado por otro miembro de la misma comunidad), hizo de todos los gitanos rumanos de toda Italia centro de una escalada de violencia, que recordaban las actuaciones de la gestapo. Siguieron con los musulmanes prohibiéndoles, en el paí­s donde se encuentra incrustada la única nación Iglesia, la construcción de centros para, orar incluso la prohibición de usar lugares públicos para ese fin. Culminando esa espiral de terror orquestada por el gobierno y los secuaces de Berlusconi, con el asesinato de un senegalés, a manos de su vecino policí­a.Los centros, las normas y las leyes orientadas hacia los inmigrantes, violan cualquier tipo derecho, internacional, humano, del niño… El trato que se dispensa a los inmigrantes que llegan es propio de los campos de concentración. Rematando toda esta enajenación racista, con la aprobación de un decreto que convierte la inmigración ilegal en delito. Ahora con este decreto urgente, Berlusconi consigue. Primero, desviar la atención de la ciudadaní­a y que esta no se centre en la crisis. Segundo enfrentar la clase trabajadora, al pueblo contra el pueblo, los inmigrantes son parte del pueblo y un baluarte importante de la economí­a tanto del paí­s «acogedor», como el de origen. Tercero, que afloren los más bajos instintos de la gente…

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