El derecho a la sanidad al día de hoy en Italia es un derecho universal. En la línea de la política de Besluconi que consiste en criminalizar a los inmigrantes. Hoy se vota en el Senado una enmienda, que la mayoría parlamentaria del Pueblo de la Libertad junto con la Liga Norte pretenden aprobar, para modificar el apartado 5 del artículo 35 del actual Texto Único sobre Inmigración, aprobado en 1998. Esta ley prohíbe que los hospitales notifiquen a las autoridades sobre sus pacientes, independientemente de su nacional o estatus legal, excepto cuando sospechan que se cometió un crimen.
Si se arueba esa enmienda el personal médico y sanitario de los hospitales se verían obligados, por ley a hacer reportes (chivarse) de la presencia de inmigrantes ilegales a la policía. Como era de esperar en Italia los médicos han puesto el grito en el cielo. Al grito de “somos médicos y enfermeras, no espías”, Médicos Sin Fronteras junto a asociaciones médicas y otras organizaciones de carácter humanitario, realizaron una manifestación ayer (2 de febrero) para protestar en contra este proyecto de ley. Según Médicos Sin Fronteras, que gestiona 35 ambulatorios para extranjeros y desde 2003 ha atendido a 18 mil pacientes en el país, la medida contribuirá a la "peligrosa marginalización de una parte de la población extranjera que reside en Italia", y aumentará además "los factores de riesgo para la salud colectiva"