Cargando...
Con crisis o sin ella la banca siempre gana. Nunca mejor dicho. Los bancos españoles ya anuncian que cerrarán el ejercicio de 2008 con importantes beneficios. Santander y BBVA estarán entre los cuatro con más beneficios del mundo.
En concreto el banco de Botín, el Santander, anuncia unos beneficios netos en torno a los 9.400 millones de euros, muy cerca de los 10.000 millones que se había ropuesto ganar Botín, y por encima de los 9.060 millones de euros de beneficio neto en 2007. Con estos beneficios el Santander se coloca como el segundo banco mundial por nivel de beneficios, inmediatamente detrás del gigante británico HSBC con unos beneficios de 10.900 millones de euros.Por su parte, el BBVA que preside Francisco González, cerrará el ejercicio de 2008 con 5.800 millones de euros de beneficio neto, ocupando el cuarto puesto del ranking mundial, detrás del Bank of América, con un resultado de 6.500 millones de euros.Todo eso a pesar de ser 2008 el año del estallido de la crisis económica.Sin embargo, son los bancos los que se llevan la mayor lluvia de millones del Estado (250.000 millones de euros) con los famosos “planes de rescate” de Zapatero.Gobierno y los medios afines ya se han encargado de convencernos de que esos beneficios se deben a la “buena gestión” y a la “vigilancia del Banco de España”.Pero cuando se someten estos astronómicos beneficios a la situación global de nuestro país lo que aparece es otra cosa: lo que aparece es el saqueo a que han sometido la economía nacional y a las clases trabajadoras como base de sus sustanciosos beneficios.Frente a la idea permanentemente trasmitida de que la burbuja del ladrillo de debe a la “codicia” de unos cuantos “especuladores”, ha sido el capital financiero, con los grandes bancos a la cabeza, seguido de las Cajas de Ahorro controladas por los partidos políticos, el principal responsable de la concentración de capital en el sector del ladrillo.Ellos, bancos y cajas, son los que han puesto 6 de cada 10 euros de los préstamos en el ladrillo.Ellos son los que han endeudado al país hasta límites insoportables hipotecando el futuro, buscando préstamos en el exterior para aprovechar la sustanciosa tasa de ganancia que les aseguraba el hiperdesarrollado sector de la construcción hasta el crack definitivo.Ellos quienes han realizado la mayor transferencia de rentas salariales y familiares, a través de la rebaja de los salarios y las hipotecas (primero infraccionadas por el precio de la vivienda, y luego por la subida de los tipos de interés) a las rentas del capital. Ellos y no unos cuantos “especuladores inmobiliarios”.Ellos, al fin y al cabo son los que se llevan ahora los beneficios, mientras los “diablos especuladores” subsisten como pueden.