Música

Ben Harper: «Salvavidas»

Después de una hora de concierto Ben queda inerte encima del escenario. Un foco proyecta su sombra sobre los primeros junto al escenario. Una fina vibración que asoma al principio se transforma en un estruendo ensordecedor, y sobre el eco del ruido Ben dibuja con precisión una melodí­a arrastrada con el «slide» mientras sostiene la guitarra como si fuera una bandeja o un sacrificio que ofrece a los asistentes. Cinco minutos de scratches y un canto espiritual enmudece al público, es «God Fearing Man»; hombre temeroso de Dios.

Ben Harer nacido en Pomona – California – tiene sangre negra, cherokee, lituana y judía, y su música tiene el atrevimiento de la sinceridad. No gusta de efectos fabricados y sólo se siente cómodo grabando en la carretera. Su prodigioso toque de la slide guitar ya ha encontrado seguidores como el australiano Xavier Rudd, y le ha dotado de un sonido característico e inconfundible en las primeras notas. El slide o bottleneck es una técnica que consiste en arrastrar una misma nota por todo el diapasón, utilizando un tubo de acero. Originalmente se usaban anillos, navajas o el cuello de una botella. Un estilo propio de los músicos hawaianos que se extendió rápidamente al mundo del country y el blues. Sin ser pretenciosos con la memoria de Willie Johnson o Johny Winter – sin duda entre los mejores sliders de la historia de la música -, Ben Harper llena cada tema con el suave electroshock de su toque “Power of Gospel” – “Fight for your mind” (1995) -. Sin duda Ben tiene dos cualidades que fidelizan a cada trabajo que edita. La primera es que lo hace todo suyo, coge un estilo, una cadencia y lo marca como a una res: El antiguo Egipto, una orilla del Mississipi, una ceremonia negra alrededor de una hoguera, cuatro viejos golpeando latas en un porche, una balada a la viuda de un hombre vivo, un reagge con acentos, un happy funky de día soleado, un recuerdo para su abuelo, un canto tribal africano, un berimbao brasileño que estalla en distorsión de metal… Y la segunda es su voz. La ecualización de los arreglos ayudan mucho, pero el cuerpo de cada frase que canta siempre resalta y nunca se confunde. Aunque sea estruendo lo que acompaña en la canción no se pierde ni un detalle, ni una nota… como si las domase. Oliver Charles, León Mobley, Juan Nelson, Michael Ward y Jason Yates forman The Innocent Criminals, su grupo. Soul, folk, blues, r&b, reggae, hip hop, jazz y country; “Diamonds On The Inside” fue el primer disco que grabó en estudio – su séptimo disco – y es que la carretera también salvavidas, en este caso, la de un estilo que no es concebible en un laboratorio de grabación.

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