Cargando...Reuniones cruzadas, incorporaciones a última hora, comentarios de las partes sin ser posturas oficiales y un sinfín de ingredientes convirtieron la última jornada de conformación del frente amplio -bautizado popularmente como la Syriza gallega y que finalmente se denominará Alternativa Galega– en lo más parecido a una maratoniana partida de póker, que tuvo como desenlace la inscripción de una coalición técnica a última hora en el Parlamento gallego, casi a punto de que sonase la bocina. En ella estarán Esquerda Unida, liderada por Yolanda Díaz, y Anova Irmandade Nacionalista, por Xosé Manuel Beiras, las dos formaciones que dieron el sí al pacto desde el inicio y que llevaba tiempo negociando. Ambos abrieron ayer la puerta a que Compromiso por Galicia (CxG) y otros se sumen la semana que viene a este acuerdo bilateral para la posterior elaboración de candidaturas en las cuatro circunscripciones gallegas.
La decisión de Compromiso por Galicia de participar en el frente, avalada ayer por la mañana públicamente por sus dirigentes tras las votaciones de sus bases los días previos, introdujo un elemento de distorsión por las reticencias de Esquerda Unida a que CxG, una fuerza más escorada al centro, aceptase una alianza genuinamente anticapitalista.
La tensión entre las partes llegó incluso a las redes sociales.Rubén Pérez, secretario de organización del Partido Comunista de Galicia, cuestionó incluso en su cuenta de Twitter la integridad ideológica de Compromiso por querer sumarse al acuerdo a última hora, lo que se interpretó en EU como un intento de presionar a Beiras para que rompiera el pacto con ellos. «Son marxistas, pero de Groucho Marx; si no quieren este programa tenemos otro», dijo Rubén Pérez, coordinador de EU en Vigo.
A mediodía, fuentes de EU daban casi por hecho el veto de la formación de Yolanda Díaz a Compromiso por Galicia. Xabier Ron, miembro de la ejecutiva de EU, aseguraba incluso que la incorporación de CxG no estaba en la hoja de ruta, pero la dirección de EU, pasadas las cuatro de la tarde, matizaba que esa era una postura personal y que la organización priorizaba primero el acuerdo con Anova -todavía no cerrado a esa hora- para luego entablar negociaciones con el resto. Ahí incluía a Compromiso por Galicia, Equo y el Partido Humanista, pero consciente de que ya no había tiempo.