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BCE: ¿Polí­tica monetaria condenada a fracasar?

También el Banco Central Europeo (BCE), como en Fausto, parece haber transformado todo dolor en placer, anunciando que iba a imprimir más dinero para ayudar a los países más endeudados.

Esta medida del BCE ha generado severas críticas de parte de economistas alemanes. Entre ellos, Jens Weidmann, presidente del Bundesbank, que menciona a Fausto, pero alude al BCE: “Los responsables están tan deleitados con la supuesta bondad, pero no tienen idea de que todo se les irá de las manos.”

El Banco Central Europeo se convertirá en prisionero de su política. De esto está convencido Ottmar Issing, ex economista del mismo BCE. Según Issing, “es muy problemático reducir la liquidez después de haberla propiciado. No se puede dar marcha atrás a una locomotora que va a todo vapor hacia delante.”

Si el BCE no cierra las compuertas por las que quiere verter los euros para el sur de Europa a tiempo, el dinero perderá valor. La consecuencia será la inflación. La historia del dinero es una historia de la continua tentación de financiar a los Estados poniendo a trabajar a las máquinas acuñadoras, con la consiguiente devaluación.

Banqueros, independencia y confianza

Por eso, para Jens Weidmann la independencia del banco emisor es de esencial significado para conservar el poder adquisitivo del dinero y la confianza de los consumidores:”Y para mantener esa confianza es importante que los banqueros responsables de administrar el dinero público le rindan cuentas a la población”, advierte Weidmann.

Según Ottmar Issing, “la estrategia del BCE de comprarle tiempo a los países en crisis para que ejecuten las reformas exigidas es errada porque las cuentas no cuadran.”

¿Galopante devaluación?

La nueva política del dinero fácil en Europa es comparada por el asesor del Deutsche Bank, Thomas Mayer, con la política de muy bajos intereses del banco emisor estadounidense que generó diversas burbujas que estallaron en sendas crisis financieras y económicas. Lo peor, dice Mayer, “es que los que han provocado las crisis son los mismos que hoy siguen tomando las decisiones.”

No hay consenso sobre a dónde puede conducir la tan flexible política monetaria del Banco Central Europeo. En todo caso, en el Fausto de Goethe, el experimento con la impresión de dinero terminó trágicamente. Y para Jens Weidmann, «lo que le sigue es una una inflación galopante, con la consiguiente devaluación.»

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