Televisión

Barrio Sésamo y el mercado infantil

Coincidiendo con el 75 aniversario del nacimiento de Jim Henson, el creador de Barrio Sésamo y de Los teleñecos, se ha inaugurado una exposición en el Museum of the Moving Image, en Nueva York. Hace ahora 34 años que se inició la emisión en antena de la versión española. Todaví­a hoy Barrio Sésamo ofrece una visión revolucionaria del papel educativo de los medios de comunicación. Más si cabe hoy en dí­a. Pero, al mismo tiempo, abrieron un mercado prácticamente virgen hasta entonces, la infancia.

Es el Instituto Smithsonian quien ha organizado el homenaje al marionetista Jim Henson, que inventó un nuevo tio de programación infantil en televisión. En 1966, el Instituto Carnegie contrató a una productora de televisión, Joan Ganz Cooney, para que analizase las posibilidades de utilizar la tele para ayudar a los niños a prepararse para ir a la escuela. Aquel informe fue tan positivo que, apenas dos años después, Ganz creó una productora, Children’s Television Workshop (CTW), especializada en programas educativos. Entonces fue Jim Henson quien se incorporó a la productora para dar cuerpo a su idea. “Sesame Street”, revolucionó la televisión dirigiéndose al público preescolar que en España se estrenó como Barrio Sésamo y cuyo objetivo era enseñar a los más pequeños a leer, contar y relacionarse con su entorno con la ayuda de unos muñecos, los muppets, El 10 de noviembre de 1969 se emitió el primer programa en EEUU: La rana Gustavo y Peggy, el oso Fozzie o el Conde Draco. Aunque cesó la emisión en España, en EEUU se sigue emitiendo con relativo éxito. De hecho en los próximos meses se estrenará una nueva película de los teleñecos financiada por Disney, que en España se estrenará en febrero del año que viene. La exposición, que estará abierta hasta el próximo 16 de enero, cuenta con más de 120 objetos, desde dibujos y animaciones hasta guiones gráficos y material visual, que ilustran la creatividad y los innumerables logros de Henson. La trayectoria del genio marionetista se inició con 20 años atravesando un periodo de 15 años de investigación en torno a las marionetas y trabajando en publicidad. Antes de Sesame Street participó en “Sam and Friends”, diseñando los muñecos que intervenían. Fruto de ese concienzudo trabajo no solo “parió” Barrio Sésamo, también series como Fraguel Rock, películas como “El cristal oscuro” o “Dentro del laberinto”. Hasta 1981, la famosa serie sumó 235 millones de espectadores en más de cien países. Henson falleció en 1990 por una neumonía bacteriana. Tenía 54 años. En España la programación infantil ya existía y siguió existiendo, pero nunca ningún programa, a excepción de “La Bola de Cristal”, llegó a alcanzar las cuotas que le permitió Barrio Sésamo: La Cometa Blanca, Sabadabada, La Casa del Reloj, Los Payasos de la Tele, Los Chiripitifláuticos, “Un globo, dos globos, tres globos” que fue el antecesor de Barrio Sésamo, La Guagua, presentado por Torrebruno… En 1976, visto el éxito de Sesame Street, TVE introdujo en “Un globo, dos globos, tres globos”, “Ábrete Sésamo”, doblando las escenas originales de la versión de Henson. Pero el éxito en España no llegó hasta que se emitió una versión española del programa adaptada, más allá del formato norteamericano. En ella Emma Cohen interpretaba a la Gallina Caponata, emulando al personaje de “Big Bird” de Henson, Jesús Alcaide al caracol Pérez Gil, y José Riesgo a Julián el quiosquero. Las cuotas más altas de audiencia se alcanzaron a partir de 1983 y hasta 1988, con el Barrio Sésamo de Espinete, Don Pinpón y todo un elenco de personajes que reproducían la vida de cualquier barrio español. Los programas que le siguieron, como “Los Mundos de Yupi” o el desastroso y olvidado “Bluki”, no consiguieron calar ni en la epidermis del público infantil, y pronto la programación infantil se transformó en una concatenación de series de dibujos animados. Algo parecido a lo que ocurrió con “La Bola de Cristal”, aunque por diferentes motivos. Lo cierto es que el programa dirigido por Lola Rico realmente transgredió cualquier formato que hasta el momento se había utilizado. En primer lugar porque se dirigía a los niños como si fueran adultos, aun para tratar temas acordes a su nivel de conciencia. Y segundo porque apuntaban con la crítica constante a Felipe González, Ronald Reagan o Margaret Thacher. Lo que le costó la desaparición de antena, orquestada por Pilar Miró. Todo este período televisivo, desde 1970 hasta 1990, revolucionó, en los dos sentidos, positivo y negativo, la televisión infantil. Por una parte porque el equipo de Henson y la productora CTW concibieron por primera vez la posibilidad de que la televisión sirviera para educar. Seguramente el logro principal en EEUU fue el de hacer llegar a los niños, antes de la edad escolar, una educación a la que no tendrían acceso más que los hijos de las clases altas. Y por otra parte proporcionaron alguna de las claves para expandir un mercado televisivo prácticamente virgen, el de los niños. Hasta el punto de convertir en espectadores, a las nuevas generaciones, incluso antes de los tres años.

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