SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

¿Bajar los salarios para salir de la crisis?

Un dogma que se ha extendido en los establishments financieros, económicos, mediáticos, académicos y políticos de España es que para salir de la crisis hay que bajar los salarios. Tal creencia ha sido reforzada por el último informe sobre España del Banco Central Europeo dado a conocer el pasado jueves (09.08.12), el cual subraya la necesidad de que se bajen los salarios y el salario mínimo (así como otras medidas encaminadas a debilitar al mundo del trabajo, como la descentralización y debilitamiento del proceso de negociación colectiva) a fin de aumentar la competitividad de la economía española y con ello facilitar la recuperación económica de España (…)

En realidad, la bajada de salarios está creando una enorme recesión no solo en los países periféricos de la Eurozona sino también en los países del centro. El nivel de demanda de la manufactura (PMI, purchasing manager index) está bajando también en Alemania y en Francia a niveles de Italia, habiendo alcanzado cuotas por debajo de lo que se considera el nivel aceptable y/o sostenible. Y ello era, de nuevo, predecible, pues gran parte de las exportaciones alemanas y francesas son importaciones italianas, españolas, portuguesas y griegas. Y la bajada de salarios y recortes de gasto público están reduciendo dramáticamente el consumo doméstico y exterior.

La respuesta del establishment alemán no es estimular la demanda en Alemania y en los otros países de la Eurozona sino al contrario. Sus políticas públicas están recortando los salarios de los trabajadores alemanas y (presionando a través del Bundesbank y, por lo tanto, del BCE) de los trabajadores de los países periféricos de la Eurozona, conduciendo al precipicio a toda la Eurozona. Se inicia así una competición para ver quién paga menos a sus trabajadores. Estos son los costes de continuar creyendo en el dogma neoliberal. Pero como bien ha dicho la Organzacion Internacion del Trabajo, en su respuesta al informe del BCE, tal estrategia llevará a una depresión no solo europea sino mundial. Lo que está ocurriendo en la Eurozona es un ejemplo de las consecuencias de tales políticas. Su venidera recesión puede llevar a una gran depresión. En realidad, para miles de españoles y de europeos esta depresión ya ha llegado. Estos son los costes de continuar creyendo y aplicando el dogma.

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