Baja el paro, se dispara la precariedad

Los datos publicados por el ministerio de Empleo y Seguridad Social que preside Fátima Báñez constatan que 2016 cerró con 390.534 parados menos inscritos en las oficinas de empleo, lo que supone que en total hay 3,7 millones de parados. La «mayor bajada de la historia», dice la nota de prensa del ministerio. Y con 540.655 cotizantes más en la Seguridad sScial. La mayor subida en una década.

Pero esta no es toda la realidad del mercado laboral. Ni siquiera es lo principal. Como refleja la encuesta de diciembre del CIS, el paro es la mayor preocupación para el 74,7% de los españoles, y el 60,4% ve la situación económica mala o muy mala.

Y no es para menos.

La creación de empleo de Rajoy se basa ante todo y en primer lugar en cambiar empleo por rebaja salarial. Una rebaja no sólo para algunos sectores sino general que recorre de arriba a bajo todo el mercado de trabajo.

La reforma laboral que Rajoy quiere mantener a toda costa ha sido el instrumento principal para recortar los salarios y multiplicar la temporalidad.

Con ella han creado el marco legal para generalizar la sustitución de empleo fijo indefinido por nuevos contratados con hasta un 36,6% menos de salario. Permitiendo las dobles escalas salariales, sobre todo en las grandes empresas y multinacionales.

Han sentado las bases para romper la negociación colectiva, anteponiendo los convenios de empresa por encima de los sectoriales para imponer salarios por debajo de convenio del ramo y aplicando la flexibilidad en la jornada laboral, horarios, festivos, vacaciones, nocturnidad, horas extra… Así cada semana dejan de pagar 4 millones de horas extra en España.

Y han facilitado la contratación precaria, temporal y por horas, lo que hace que más del 90% de los nuevos contratos que se firman sean temporales y la mayoría sean a tiempo parcial que se concentran sobre todo en las mujeres y los jóvenes menores de 30 años.

De los casi 20 millones de contratos que se firmaron en todo el año 2016, apenas 1 de cada 10 fue indefinido y el 90% temporales.

Gracias a la extensión de la temporalidad y los contratos a tiempo parcial, obligatorios porque no hay otra cosa, 3,5 millones de trabajadores tienen salarios de apenas 350 euros mensuales.

Menos parados tampoco significa más empleo real. Rajoy y sus ministros pregonan a los cuatro vientos que su reforma laboral ha creado más de medio millón de puestos de trabajo. Pero no es cierto. En los últimos cinco años sólo se han creado 43.500 empleos netos. Aunque el paro registrado ha bajado en 677.200 personas. ¿Dónde están las 633.000 que faltan?

En el descenso de la población activa, porque han emigrado al extranjero, se han jubilado o se han cansado de acudir a las oficinas de empleo buscando un trabajo que nunca llega.

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