Selección de prensa internacional

Bailando con el dragón

El Japan Times publicaba en su edición de ayer un artí­culo de un experto indio sobre relaciones internacionales que, de alguna manera, representa el punto de vista del nuevo gobierno hindú sobre los cambios en la polí­tica estratégica para Asia que ha introducido Obama.

La rimera percepción de Brahma Chellaney es que durante sus seis primeros meses de mandato, si bien la administración Obama ha desarrollado un enfoque particular para cada una de las principales subregiones en que se divide el continente asiático. Lo que no existe, a día de hoy, es un estrategia global para el marco geopolítico general de la región que constituye hoy “el pivote del cambio geopolítico mundial”. Para el autor, lo que caracteriza geopolíticamente la región es la existencia de un “un singular triángulo estratégico”, formado por las tres principales potencias rivales, China, la India y Japón. Dando por sentado que China supone hoy la principal relación estratégica para EEUU, el problema que aparece entonces es qué papel pueden y deben jugar las otras dos, tanto en su relación con la superpotencia como entre ellas. Fuera errónea o acertada, al menos la política de Bush hacia Asia tenía la virtud de adoptar una visión de conjunto y modular una alternativa global para la región de acuerdo a sus intereses de largo alcance. Utilizando la amenaza norcoreana para reforzar los vínculos de seguridad con Japón, Corea del Sur y Australia o dando a India el rango de gran potencia nuclear, la línea Bush buscaba crear distintos frentes de alianza que permitiera contrapesar en su mismos orígenes la emergencia de China. Por el contrario, para la elite gobernante hindú, la política seguida hasta ahora por el equipo de Obama, rebajando el perfil de la India y Japón, sólo puede considerarse como miope. Cada uno por su lado son incapaces de hacer frente al ascenso de China; “Tokio puede ceder capital político e influencia en Asia a Pekín, la India tal vez no pueda igualarse en poder a China”, pero una sólida alianza entre ellos, teniendo como pivote de engarce entre ambos a Washington, los convierte en un jugador regional de indudable proyección y peso político, económico y militar. “La congruencia estratégica de Japón y la India con los EEUU, concluye el autor, se basa tanto en intereses como en principios”. Japón. The Japan Times BAILANDO CON EL DRAGÓN Brahma Chellaney Casi seis meses después de que el presidente de EEUU Barack Obama entrara en la Casa Blanca, es evidente que la política de América hacia Asia ya no está guiada por un marco geopolítico general, tal y como había estado bajo el presidente George W. Bush. De hecho, la política de Washington hacia Asia aparece hoy fragmentada. La administración Obama ha desarrollado un enfoque político hacia cada una de las principales subregiones de Asia, pero todavía no tiene ninguna estrategia sobre la manera de construir un equilibrio de poder permanente en Asia, el pivote del cambio geopolítico mundial. China, India y Japón, los tres principales competidores en Asia, constituyen un singular triángulo estratégico. La administración Obama ha declarado que para América "la relación bilateral más importante en el mundo" es con China, lo que le lleva rebajar el alcance de los derechos humanos para poner el acento en la seguridad y las cuestiones financieras, comerciales y medioambientales con Pekín. Sin embargo, aún no ha sido bien definida la política hacia Japón o la India. Mientras que en Asia oriental los estrechos lazos con Japón son el marco de la política que guía a EEUU, Washington está buscando de nuevo a la India principalmente a través del prisma de Pakistán. Lo que se traduce en un renovado enfoque de EEUU hacia un compromiso India-Pakistán, la resurrección de la cuestión de Cachemira y la preocupación por la contrainsurgencia en la región "Afpak", incluidas las repercusiones para la seguridad nacional norteamericana. La elección de embajadores de Obama lo dice todo. Si por un lado Obama llamó a John Huntsman -el gobernador del estado de Utah y una estrella emergente de los Republicanos, visto incluso como un posible rival en 2012 del presidente- como su embajador a China, escogió al oscuro ex congresista Timothy Roemer como enviado a la India y un abogado de bajo perfil experto en Internet y biotecnología, John Roos, como embajador en Japón. Obama subrayó el papel central de China en su política exterior al anunciar personalmente su elección de Huntsman. En contraste, Roemer y Roos se encontraban entre un montón de embajadores nombrados en un comunicado de prensa oficial. Huntsman tiene antiguos lazos con China, pero Roemer y Roos apenas saben nada de los países en los que han sido nombrado como embajadores. Habiendo servido en la comisión de investigación del 11-S, Roemer, sin embargo, se adapta la política de seguridad y a la región-Afpak en que la India está siendo considerada por el equipo de Obama. Se esté de acuerdo o no con la política exterior de Bush, al menos en su componente asiática fue impulsada por un plan geopolítico más amplio. Por el contrario, lo mejor que se puede decir sobre la política de Obama para Asia es que trata de fomentar las relaciones bilaterales clave -con China en el centro del actual cortejo de Washington- y establecer, cuando sea posible, relaciones trilaterales. El resultado de esto es que el equipo Obama ha presentado un nuevo marco trilateral de cooperación y seguridad en Asia en el que participen los Estados Unidos, China y Japón. Si bien tras el anuncio de esta iniciativa, la administración Obama no ha reconocido el otro marco trilateral, el de los EEUU, Japón y la India. Es como si la relación trilateral Estados Unidos, Japón y la India hubiera quedado fuera del favor del nuevo Gobierno de EEUU (…) En un momento en que Asia está en transición, con el fantasma de la amenaza de un gran desequilibrio de poder, se ha convertido en imprescindible invertir en la creación de instituciones para ayudar a sostener a largo plazo la estabilidad y el equilibrio de poder. Después de todo, los desafíos de Asia actúan en los desafíos estratégicos globales. Sin embargo, la administración Obama está obsesionada en el país cuya rápida acumulación de poder y con los músculos en tensión amenaza la estabilidad de Asia. EEUU, por supuesto, tiene todos los motivos para acercarse más profundamente a China en unos momentos en que su dependencia de Beijing para financiar la deuda norteamericana no hace más que crecer. Así como EEUU y la Unión Soviética convivieron con la doctrina de la Destrucción Mutua Asegurada (MAD), América y China están ahora encarcelados en otro MAD, sólo que en términos económicos. Los dos hoy están tan vinculados entre sí en una relación de dependencia para su bienestar económico que los intentos para romper esos vínculos equivaldría a la destrucción mutua asegurada financiera. Al igual que la atribulada economía de EEUU no puede continuar sin capital de China, el mercado americano es el sustento de la exportación del gigante chino. De ser aliados de conveniencia en la segunda mitad de la Guerra Fría, los EEUU y China ahora se han convertido en socios vinculados por dicha interdependencia económica que los historiadores Niall Ferguson y Moritz Schularick han acuñado con el término "Chimerica" (….) Juntos, los dos países representan el 31 por ciento del PIB mundial y una cuarta parte del comercio mundial. Pero la expansión del papel naval chino y sus reclamaciones de derecho marítimo amenazan con chocar con los intereses de EEUU, incluyendo el tradicional énfasis en la libertad de los mares de Washington. Las relaciones económicas USA-China también es probable que sigan siendo difíciles: América ahorra demasiado poco y toma mucho de China, Pekín compra poco, mientras que vende demasiado a EEUU. Sin embargo, tal es su indulgencia hacia Pekín que Washington coloca un listón de exigencia más alto a Moscú que a Pekín sobre derechos humanos y otras cuestiones, a pesar de que es más probable que China monte un reto creíble a la preeminencia mundial norteamericana. La nueva relación trilateral Estados Unidos-China-Japón propuesta por Washington, hace hincapié en la atención a China como actor clave para participar en temas de Asia. Programada para empezar modestamente con el diálogo sobre cuestiones de seguridad no tradicionales antes de pasar a duras cuestiones de seguridad, esta última trilateral se anuncia como el centro de la política de Obama para Asia. Tal es su amplio significado que también se promociona como propuesta de un nuevo marco para las deliberaciones sobre Corea del Norte que compense el estancamiento de las conversaciones a seis bandas. A pesar de centrar su política asiática en China, el equipo de Obama, sin embargo, no ha pensado en una trilateral Estados Unidos-China-India, a pesar de que actualmente explora un trilateral USA-China-Corea del Sur. Esto se debe a que Washington ahora está buscando a la India, no a través de la geopolítica de Asia, sino en un marco subregional (…) Es miope la política del equipo de Obama de rebajar el perfil de la India y Japón en Asia. Tokio puede ceder capital político e influencia en Asia a Pekín, la India tal vez no pueda igualarse en poder a China, pero juntos, Japón y la India, pueden ganar más de un partido. La congruencia estratégica de Japón y la India con los EEUU se basa tanto en intereses como en principios. THE JAPAN TIMES. 25-6-2009 China. Diario del Pueblo LLEGA A SU FIN LA ESTRATEGIA ESTADOUNIDENSE DE LIBRAR DOS GUERRAS SIMULTÁNEAS El secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates dijo la semana pasada que el ejército estadounidense debe fortalecer su adaptabilidad para hacer frente a la amenaza en los futuros conflictos regionales y no es aplicable el concepto de ganar dos guerras simultáneamente. La estrategia de “ganar dos guerras simultáneas” se originó inmediatamente después del fin de la Guerra Fría. Debido a la desaparición de la posibilidad de estallar la guerra entre EEUU y la URSS, el ejército estadounidense comenzó a hacer preparativos para enfrentarse simultáneamente a dos guerras regionales y sobre esta base, definir la escala del ejército, el presupuesto de los gastos militares y la adquisición de las armas. El antecesor de Gates, Donald Rumsfeld, estuvo dedicado al ajuste de la defensa, tomando el poderío como base en vez de la amenaza y abogando por abandonar la estrategia de ganar dos guerras simultáneamente. Sin embargo, los EEUU no logró librarse de dicha estrategia ya que Rumsfeld subrayaba de manera excesiva la ventaja tecnológica, aumentaba en gran margen los gastos militares y vacilaba entre las posibles amenazas que el ejército estadounidense se enfrentaría en el futuro. Actualmente, Gates ha reiterado la necesidad de abandonar dicha estrategia en el futuro informe sobre la evaluación cuatrienal de defensa, lo que constituye la continuación y también la modificación del concepto de Rumsfeld sobre el cambio de la modalidad de defensa. El abandono de esta estrategia tiene como objetivo definir de nuevo cuál es la amenaza militar de mayor importancia para EEUU. En los últimos años, existe en el Pentágono un debate interminable sobre a qué amenaza militar se enfrentará EEUU. Los que se adhieren obstinadamente al concepto de la Guerra Fría y abogan por el desafío militar convencional de ciertos grandes países sostienen que la escala del ejército estadounidense, los gastos militares y la adquisición de las armas deben adaptarse a esta situación. Otros creen que tras el término de la Guerra Fría, EEUU ha experimentado las guerras de Somalia, Irak y Afganistán así como la guerra antiterrorista en sentido amplio, que la escala del ejército y el equipamiento militar de EEUU no se adaptan a la necesidad práctica y que en un futuro previsible los militares estadounidenses se enfrentarán a las modalidades de guerra no convencionales en vez del desafío militar de grandes países. Al elaborar el plan de ajustes militares, Gates pondrá énfasis en hacer frente a la amenaza militar no convencional en vez del desafío militar convencional de grandes países. Esto es una demostración del estilo pragmático de trabajo de Gates. Tales ajustes se basan en las experiencias de las dos guerras antiterroristas y las profundas lecciones de ganar las campañas en vez de las guerras. Además, la crisis financiera que asedia a EEUU impide al Pentágono despilfarrar desenfrenadamente los fondos de los contribuyentes sino dedicar el presupuesto a la adquisición de armas prácticas. Sin embargo, Gates se enfrentará a la situación desafiante en que las diversas armas del ejército afectadas por los ajustes estratégicos y sus representantes en el congreso así como los grupos de la industria militar no se someterán ante el planeamiento del secretario de defensa. DIARIO DEL PUEBLO. 24-6-2009 EEUU. The Wall Street Journal ESPAÑA PREPARA INICIATIVA PARA APUNTALAR SUS BANCOS Christopher Bjork Los bancos españoles esperan que el paquete de ayuda del gobierno aumente su resistencia contra el declive económico, en momentos en que algunos analistas advierten que el riesgo sistémico en el país va en aumento. Se espera que el viernes el gobierno dará los detalles de un fondo de reestructuración que será usado para apuntalar a bancos en problemas. El fondo tendrá un capital inicial de 9.000 millones de euros (US$12.500 millones) y puede expandirse hasta a 99.000 millones de euros de ser necesario. A diferencia de otras grandes economías europeas, España no ha hecho inversiones directas en los bancos locales, hasta el momento. El plan ha sido contemplado desde marzo y le daría al gobierno cierta influencia en la esperada transformación del sector. El deterioro de las perspectivas económicas ha incrementado la necesidad de una acción rápida. El miércoles, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico hizo un pronunciado ajuste a la baja a su previsión para el país y advirtió que el desempleo podría subir a 20% el próximo año. La OCDE ahora calcula que el Producto Interno Bruto de España se contraerá 4,2% este año, frente a su predicción anterior de un declive de 0,9%. Para el próximo año, la OCDE informó que ve una caída del PIB de 0,9%, frente a una predicción anterior de un alza de 0,8%. El sector inmobiliario, vital para la economía, no da señales de levantar cabeza. Las cifras de vivienda de abril mostraron que las transacciones cayeron 48% frente al mismo mes del año anterior, descartando las esperanzas de una recuperación a corto plazo y haciendo que las grandes compras de bienes raíces hechas por algunos bancos a lo largo del último año parezcan más riesgosas. Como resultado, la segunda mitad del año probablemente será tan mala como la primera para los bancos, forzándolos a separar más capital para protegerse de préstamos incobrables, erosionando sus ganancias. El presidente de la junta de la asociación de cajas de ahorros de España advirtió la semana pasada que se necesita un paquete de rescate de manera urgente para frenar una posible "inundación" de colapsos bancarios. El plan de apoyo estatal será orientado hacia recapitalizar y reestructurar las cajas de ahorros que no cotizan en bolsa, muchas de las cuales están bajo presión. Los principales candidatos para recibir ayuda incluyen Cajasur, un prestamista regional de Córdoba controlado por la Iglesia Católica y Caixa Catalunya, un banco mucho más grande de Barcelona controlado por el gobierno local. Agobiado por una proporción de préstamos incobrables que recientemente alcanzó el 9%, Cajasur ha estado buscando un socio. Cajasur no respondió a una solicitud de comentario. Caixa Catalunya prestó agresivamente a los urbanizadores durante el auge de la construcción. Actualmente tiene más de 3.500 apartamentos sin vender en sus libros y tenía una tasa de préstamos incobrables de 5,67% a finales del primer trimestre, uno de los peores en España. Caixa Catalunya no estuvo disponible para hacer comentarios. Hasta el momento, los mayores prestamistas de España han capeado la crisis de mejor manera que sus pares en otros países. Esto se debe parcialmente a las reservas en efectivo que el regulador español los hizo acumular durante la década de auge económico. Sin embargo, los bancos han comenzado a gastar este capital y la amortiguación que los protege se está desgastando. Los dos mayores bancos de España, Banco Santander SA y Banco Bilbao Vizcaya Argentaria SA, se han visto menos afectados por las consecuencias de la caída del mercado de bienes raíces debido a su diversificación internacional, pero aún tienen que lidiar con el impacto que los problemas del sector han tenido en el resto de la economía. El año pasado, Santander fortaleció su capital con una emisión de acciones de 7.200 millones de euros (US$10.045 millones), mientras que BBVA recortó su dividendo para preservar sus fondos. Sus préstamos incobrables siguen por debajo del promedio del país y los analistas dicen que emergerían más fuertes de la crisis que la mayoría de sus rivales. El presidente de Santander, Emilio Botín, reiteró el viernes pasado su meta de ganancias de 8.880 millones de euros (US$12.390 millones) para este año y dijo que el dividendo estaría seguro "sin importar las circunstancias". Los bancos que hagan uso del fondo estatal tendrán que reestructurarse o fusionarse con otro. El fondo poseerá acciones con derecho a voto en las cajas de ahorros, permitiendo a las autoridades quitarle poder a los gobiernos regionales e imponer fusiones entre bancos con sede en regiones diferentes. THE WALL STREET JOURNAL. 26-6-2009

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