Las cajas piden ayudas al Gobierno para evitar una situación "dramática"

Ayudas con condiciones

«Estamos ante la mayor crisis en 80 años y lo que estamos haciendo no está a la altura. Se deben tomar nuevas medidas. Si fallan, la crisis nos arrastrará al fondo». La «dramática» intervención montada por el presidente de la Confederación de Cajas (CECA), Juan Ramón Quintás, ante la Comisión de Economí­a del Congreso de Diputados, vení­a a reconocer -ahora ya lo reconocen hasta Zapatero-Botí­n- la gravedad de la situación. Pero con un objetivo: arrancar nuevas ayudas, un segundo plan de rescate financiero, especial para las Cajas de Ahorro. ¿Pero quiénes y por qué piden ayuda? Y si se les da ¿con qué condiciones? ¿A cambio de qué?

El residente de la CECA ha dicho ante la Comisión que la recesión económica durará más de tres años, que la morosidad tendrá un mayor impacto en España que en otros países y que si no se actúa “con más contundencia las consecuencias de la crisis serán dramáticas para España”.Y respecto a las ayudas que pide para las Cajas, que no sería suficiente con los 4.000 millones del Fondo de Garantías, “ni llegará ni para empezar”, según Quintás. Por eso pide “un plan de choque” para las Cajas: como que el Estado apoye la solvencia de las Cajas avalando “deuda con valor de capital”, o desminuir la morosidad dando subvenciones a los hipotecados con problemas (subvenciones que evidentemente irían directamente a la caja de las Cajas).Con todo ello Quintás no hace sino reconocer que la situación de las Cajas es la peor del sistema financiero, muchas al borde de la quiebra e incapaces de afrontar la crisis, sobre todo por estar sometidas a una morosidad desabocada, que supera ya el 6%. Y no sólo de los ciudadanos sino de los negocios inmobiliarios en los que ellas mismas se han metido.Las Cajas se han dedicado en las diferentes comunidades autónomas a financiar la expansión inmobiliaria local de la que se han beneficiado los viejos caciques y los nuevos ricos, unidos y hermanados con las castas políticas que están en los Consejos de Administración de las Cajas. Al servicio de los intereses de las burguesías regionales se han convertido en las auténticas vías de financiación de sus proyectos, políticos y personales, incluso de la financiación irregular de los partidos. Si las Cajas son ahora un auténtico agujero negro, hay una responsabilidad directa de esas castas políticas locales que las controlan.¿Piden otro plan de rescate? Vale. Pero poniendo los puntos sobre las íes y dejando claras las condiciones: que pongan sus recursos al servicio de un plan de choque para salir de la crisis. Como entidades semipúblicas de carácter “social y benéfico” podrían ser un instrumento perfecto, junto con el ICO, para canalizar los recursos del Estado directamente hacia las pymes y las familias, para llevar a cabo una auténtica rebaja de las hipotecas, o para inyectar los recursos en la renovación del tejido productivo del país.No dinero de todos para que tapen los agujeros negros de las burguesías locales y burocráticas y se les financie su salida de la crisis. ¿Si pagamos todos, por qué no decidimos todos? Empezando por que se canalicen los recursos directamente a los ciudadanos.

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