¿Ayuda de los BRICS para Europa?

«Los Brics iniciaron su cooperación ante la actitud expectante y escéptica del Occidente. Lo inesperado consiste en que actualmente los Brics disponen de una poderosa fuerza para ayudar a paí­ses desarrollados. Esto muestra que la aparición del sistema de consultas entre los Brics concuerda con la necesidad de coordinar las polí­ticas económicas y es un resultado inevitable en el proceso de la creciente globalización.»

En la actualidad, los aíses desarrollados siguen siendo la fuerza principal. Su recesión afectará inevitablemente la economía global. Sin embargo, toca a las economías emergentes en despegue suministran “nueva energía” al motor de la economía global. La creciente contribución de los Brics a la economía global ha demostrado esta tendencia. El inventor del término Bric, Jim ONeill de la Compañía Goldman Sachs, ha pronosticado que en un momento de la próxima década, el porcentaje de aporte de estos países llegará a un 50 por ciento, e incluso un 70 por ciento. En fecha reciente, el número de Brics ha aumentado de cuatro a cinco. (DIARIO DEL PUEBLO) DEUTSCHE WELLE.- El anunciado regreso del actual primer ministro ruso, Vladímir Putin, al Kremlin el año próximo no es una sorpresa. En todos los escenarios proyectados para las próximas elecciones presidenciales y a la Duma se preveía que Putin iba a continuar siendo el “hombre fuerte” de Rusia. Lo que asombra es que Putin se hiciera proclamar tan tempranamente como candidato para las elecciones presidenciales de marzo de 2012. Se contaba que la decisión no fuera dada a conocer sino en diciembre, para evitar que Medvédev tuviera que seguir en el cargo medio año más como un “pato cojo”, sin poder decidir nada. China. Diario de Pueblo ¿Ayuda de los BRICS para Europa? Ding Gang La semana pasada los ministros de Finanzas de los Brics expresaron su deseo de prestar asistencia a Europa, asediada por la crisis de deuda, de acuerdo con sus propias condiciones, en momentos necesarios y mediante el FMI y otras organizaciones financieras internacionales. Citando a funcionarios de China, Brasil y la India, Reuters informa que estos países están estudiando la posibilidad de suministrar más fondos para fortalecer la estabilidad global. Se trata de un resultado fructífero positivo de los esfuerzos de los Brics por potenciar la coordinación, mostrando la postura de tomar activa parte en la promoción de la cooperación global. Los Brics iniciaron su cooperación ante la actitud expectante y escéptica del Occidente, que en aquel entonces prefería creer que el grupo, un sistema de consultas que actualmente incluye a Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, no era sino un término inventado por un experto de la Compañía Goldman Sachs. Lo inesperado consiste en que actualmente los Brics disponen de una poderosa fuerza para ayudar a países desarrollados. Esto muestra que la aparición del sistema de consultas entre los Brics concuerda con la necesidad de coordinar las políticas económicas y es un resultado inevitable en el proceso de la creciente globalización. En adelante se tomarán acciones coordinadoras semejantes a las de los Brics, de múltiples formas y en diversos sectores económicos. Para esta coordinación, no es necesario formar una “organización política formal impregnada de una ideología coincidente”, sino, por el contrario, la existencia de diferencias supone más trabajo para coordinar los esfuerzos y ampliar la cooperación global. En la actualidad, los países desarrollados siguen siendo la fuerza principal. Su recesión afectará inevitablemente la economía global. Sin embargo, toca a las economías emergentes en despegue suministrar “nueva energía” al motor de la economía global. La creciente contribución de los Brics a la economía global ha demostrado esta tendencia. El inventor del término Bric, Jim ONeill de la Compañía Goldman Sachs, ha pronosticado que en un momento de la próxima década, el porcentaje de aporte de estos países llegará a un 50 por ciento, e incluso un 70 por ciento. En fecha reciente, el número de Brics ha aumentado de cuatro a cinco. Las economías del mundo, sobre todo las desarrolladas y las emergentes, están tan estrechamente ligadas que ninguna de ellas logra aislarse de las demás. Cualquiera de ellas, que influencia inevitablemente a otras, debe mantener coordinación con otras para tener éxito en su política. Y la crisis económica se ha hecho más “contagiosa” que nunca antes. Esto ha promovido la cooperación del G20 desde 2008, año del estallido de la grisis financiera mundial, y constituye el trasfondo histórico de la coordinación de los esfuerzos de los Brics. A pesar de las múltiples dificultades y problemas en la promoción de su economía y en el desarrollo equilibrado y sostenible en diversos sectores, estas economías emergentes han aunado sus esfuerzos para producir cierta función de carácter “emblemático” y “tranquilizante”. Los Brics no pueden reemplazar a los países desarrollados para resolver los problemas. Y éstos deben actuar más activamente para fortalecer la coordinación y elaborar más rápidamente medidas efectivas. Como dice el ministro de Finanza brasileño, Guido Mantenga, la clave consiste en la rápida resolución del problema, ya que la crisis está ampliándose con cada día que pasa y el coste de la resolución también está incrementándose. Las economías emergentes han contribuido a fortalecer la fuerza económica global, lo que también ha promovido la multipolarización. El ulterior fomento de la posición de las economías emergentes sigue basándose en el fortalecimiento de las relaciones de socio con los países desarrollados. Como nunca antes, el mundo necesita que ambas partes estrechen su coordinación y fortalezcan su cooperación. DIARIO DEL PUEBLO. 26-9-2010 Alemania. Deutsche Welle La candidatura de Putin complica el futuro de Rusia Ingo Mannteufel El anunciado regreso del actual primer ministro ruso, Vladímir Putin, al Kremlin el año próximo no es una sorpresa. En todos los escenarios proyectados para las próximas elecciones presidenciales y a la Duma se preveía que Putin iba a continuar siendo el “hombre fuerte” de Rusia. Lo que asombra es que Putin se hiciera proclamar tan tempranamente como candidato para las elecciones presidenciales de marzo de 2012. Se contaba que la decisión no fuera dada a conocer sino en diciembre, para evitar que Medvédev tuviera que seguir en el cargo medio año más como un “pato cojo”, sin poder decidir nada. Pero también para ese problema se halló una solución: Medvédev hibernará los últimos meses en su cargo como primer candidato del partido político de Putin para las elecciones parlamentarias y simultáneamente como jefe de Gobierno designado del futuro presidente. Medvédev: ¿sólo un comodín? Con este enroque ruso, Putin demostró una vez más ser un verdadero maestro de la intriga política. Es imposible no pensar que ya lo había planeado en el 2008. Hace cuatro años no podía ser elegido de inmediato nuevamente presidente, debido a que lo veta la Constitución. Por lo tanto necesitaba a alguien que le guardara el lugar, mientras él mismo seguía detentando el poder como jefe de Gobierno. Putin le asignó ese papel a su amigo y fiel protegido Dmitri Medvédev, que luego de un periodo como regente cumplió su deber y puede retirarse. Medvédev cumplió incluso muy bien su deber. La actual decisión demuestra cuán estrechos fueron sus márgenes de maniobra durante los últimos tres años. No obstante, con sus discursos y apariciones en público dejó la impresión de que no sólo aspiraba a una modernización tecnológica y económica, sino incluso a una cierta liberalización política. Si bien en la práctica los resultados fueron muy magros, Medvédev dejó traslucir la esperanza de que, si no hubiera tenido atadas las manos, habría acometido las reformas que el país necesita. Ello explica el deseo de más de un ruso de que Medvédev se desempeñe un segundo periodo como presidente. Política sin sociedad Pero ello demostró ser una ilusión. Prevalecieron las ansias de poder de Putin y seguramente también la presión ejercida por gran parte de la elite dirigente, que siempre desconfió de Medvédev. La red de poder tejida durante la última década en torno a la persona de Putin no sólo está ya estrechamente ligada al establishment político-burocrático ruso: los adláteres de Putin dirigen también las más importantes grandes empresas. Los críticos moderados de antaño hace tiempo que están integrados ya en la elite dirigente. Los políticos críticos con el sistema, en número relativamente modesto, son marginalizados en la opinión pública. Si bien la mayoría de los rusos, cansados de la política, entienden a qué se juega, no se atreven a cambiar nada en esta puesta en escena. Más teniendo en cuenta que nadie en Rusia cree que los enormes déficits del Estado de derecho y, sobre todo, la omnipresente corrupción, puedan ser corregidos con un par de sencillas reformas. En ese sentido, muchos críticos occidentales sobreestiman la capacidad de reforma de Rusia. Para los jóvenes y los profesionales cualificados, el retorno de Putin significa que poco va a cambiar en el sistema. Para ello, Medvédev era una pequeña última esperanza. Ahora, muchos emigrarán, como lo indican recientes encuestas. Putin, ¿el modernizador? La decisión a favor de Putin ha terminado con toda expectativa en la política rusa. Las elecciones presidenciales y parlamentarias están decididas ya de antemano. Pero el futuro de Rusia es más incierto que nunca. El país necesita sin duda una radical modernización económica y tecnológica. La sola exportación de energía y materias primas no asegura futuro alguno. También Putin lo sabe y lo dice. Es más, en las últimas semanas ha recurrido crecientemente a la retórica modernizadora de Medvédev. Las palabras, sin embargo, no bastan. Una verdadera modernización puede llevarse a cabo sólo con una liberalización política, es decir, más competencia entre partidos políticos, más transparencia en la toma de decisiones y la creación de un Estado de derecho independiente y una administración moderna sin corrupción. Que justamente un presidente Putin lo pueda lograr en los próximos años es muy improbable. La razón: esos objetivos se oponen diametralmente al sistema creado por él mismo. La elite que se enriqueció y adquirió fuerza con el poder vertical de Putin es al mismo tiempo la que más frena la necesaria modernización. Se trata de un círculo vicioso del que es difícil escapar, más aún con el retorno de Putin, el fundador y garante del sistema actual, al máximo cargo oficial en Rusia. DEUTSCHE WELLE. 26-9-2011

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