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Con el ataque estadounidense contra Siria todavía en el aire, un rayo de esperanza ha surgido que podría ayudar a evitarlo a medida que los miembros de la comunidad internacional, Estados Unidos y Siria incluidos, han respondido positivamente a la propuesta rusa de que el país de Oriente Medio ponga las armas químicas bajo control internacional.El lunes, el ministro de Exteriores ruso, Sergey Lavrov, sugirió que las existencias de armas químicas del gobierno sirio debe ser puesto bajo observación internacional, y que Siria debe unirse plenamente el tratado que prohíbe el uso de armas químicas.Siria ha acogido con satisfacción la propuesta, mientras que el presidente de EE.UU. Barack Obama describió la oferta rusa como un «avance positivo» en una serie de entrevistas de televisión la noche del lunes. Dijo que los planes para un ataque serían puestos en espera si Siria se mueve a entregar sus armas químicas, y a la luz de este nuevo avance el Senado de EE.UU. ha aplazado una votación crucial para autorizar la acción militar que iba a tener lugar el miércoles.Obviamente, despojando a Siria de su arsenal químico también sería despojar a Washington de su pretexto para declarar la guerra, y la respuesta alentadora a la propuesta de Rusia muestra que todavía hay un amplio margen para que los esfuerzos diplomáticos diluyan la crisis en Siria.Con Naciones Unidas uniéndose a otros en el apoyo a la propuesta de Rusia esta semana, hay un amplio consenso en la comunidad internacional de que esto podría ser un avance positivo en el intento de lograr una solución política a la crisis a largo plazo.Hasta que se hayan agotado todos los esfuerzos diplomáticos, EE.UU. debe tener cuidado de tomar medidas unilaterales. La autorización del Congreso de EE.UU. no justifica una intervención militar. Sólo el Consejo de Seguridad de la ONU tiene la autoridad para avalar dicha acción .Cualquier uso de armas químicas es una violación flagrante del derecho internacional, pero también lo es cualquier medida unilateral de lanzar una acción militar contra un Estado soberano. La comunidad internacional se opone firmemente a ambos.En la medida que hay indicios de que el gobierno de Bashar al- Assad podría estar dispuesto a hacer concesiones, el gobierno de Obama debe saber que negar a la mediación internacional una oportunidad en este momento debilitaría aún más sus razones para el ataque. Con poco apoyo internacional y las impredecibles consecuencias de cualquier acción militar, esto no haría más que reforzar la imagen de EE.UU. como belicista.