Educación

Autonomí­a, Calidad e Integración, sobre la base de la Inversión

Necesitamos una Educación que se proponga algo más que superar el fracaso escolar, porque solo así­ se hará realmente. Un sistema educativo que mire a la vanguardia del arte, de la literatura, de la ciencia… que promueva la recuperación del patrimonio histórico y literario de forma independiente, al tiempo que crea las condiciones salariales y de inversión necesarias para ello.

Una Educación que esté al servicio de Andalucía y de toda España, en la que las grandes multinacionales, bancos y monopolios, no decidan los planes de estudio en la Universidad.

Que promueva a los mejores, al mismo tiempo que multiplica la entrada de los hijos de las clases populares en las universidades, acabando con el fracaso escolar endémico que acusa Andalucía.

Hay que apostar por la calidad, contra el despilfarro y los recortes; acabar con la masificación en las aulas, con la desidia, el desinterés patológico y la degradación a la que la han sometido los gobiernos autonómicos y centrales, de uno u otro color.

Hay que implantar nuevos y mejores contenidos, contra la reducción permanente. Hay que premiar el esfuerzo. Se ha de multiplicar la formación del profesorado, en los conocimientos sobre sus materias, humanísticos y científicos.

Hay que hacer consciente a toda la comunidad educativa de que no se invierte en Educación porque se somete toda la economía del país a los intereses ajenos del capital extranjero y los principales centros de poder. Un país que no invierte en Educación es un país condenado a no ser independiente y soberano, y a estar sometido. Necesitamos una educación nacional, democrática, científica, y al servicio del pueblo.

Recortes encubiertos

Pese a que se ha querido presentar a Andalucía como una comunidad en la que todavía no se han producido recortes educativos e incluso aumenta la inversión en Educación un 2,5%, ésta es una visión absolutamente engañosa.

La realidad es que Andalucía perdió un 4% de su inversión educativa hace un año, por lo que el supuesto aumento del 2% respecto al año anterior sigue siendo, en los hechos, un recorte del 3% respecto al 2010. Al mismo tiempo Andalucía es la comunidad autónoma que menos invierte por alumno de España, unos 4 mil euros al año, ¡la mitad que en el País Vasco! y 2 mil euros menos que la media española y europea. Aunque la Junta se presente como una de las comunidades que más porcentaje del PIB invierte en Educación, la trampa está en el número de alumnos. Con un 20% del alumnado de toda España, 1,8 millones, se invierte un 10% del total de presupuestos educativos del país en Andalucía, 6,3 mil millones.

Y la realidad también es que los recortes ya han empezado en Andalucía, aunque de forma encubierta. La Consejería de Educación ha paralizado los expedientes de concertación de guarderías, y está evitando firmar los convenios con aquellos centros que lo han solicitado y cubierto todos los trámites, y lo que es más grave, aquellas que ya están concertadas desde hace tiempo, con sus convenios vigentes, no reciben los pagos de la Consejería desde hace meses.

Por otra parte se han reducido el número de grupos en centros educativos de manera injustificada, aun cuando el número de alumnos lo desaconsejaba, incumpliendo las ratios legales por grupos, un máximo de 13 alumnos por profesor, con el consiguiente recorte en el número de docentes en dichos centros. Este año se han incorporado 98 mil nuevos alumnos, y tan solo ¡198 nuevos profesores!

Esta reducción del número de docentes tiene como consecuencia, entre otras, la disminución de posibilidades de desdobles con la consiguiente pérdida en la calidad de la enseñanza, y el aumento de horas lectivas para muchos profesores que, a diferencia que en la Comunidad de Madrid, no van a recibir compensación económica alguna. Tampoco debemos olvidar que los sindicatos ya calculan un retraso en la cobertura de las bajas de hasta 10 días.

A todo esto hay que añadir que ya se han convocado las ayudas para este curso, cuando aún no se han hecho efectivas las del curso pasado. «Casi 4 mil millones es lo que se ha gastado la Junta en rescates y ayudas a las cajas de ahorros»

Fracaso endémico

Lo que ocurre para España se multiplica en Andalucía. La comunidad con más paro de España, tiene también el más alto índice de fracaso escolar, con resultados en las pruebas de calidad como PISA, equiparables a los obtenidos por países como Rumania y Tailandia.

No puede pensarse en otra cosa si no es aumentando los salarios de los profesores, incrementando la inversión por alumno, y reorientando la educación universitaria.

Medidas por otra Educación
 

1º.- El gasto por alumno debe ser de 6 mil euros al año, en lo inmediato, con un incremento,  en un plazo de cinco años, hasta los 8 mil euros. Dos mil euros mas por estudiante en un año, 3,6 mil millones, y 400 anuales en el próximo lustro.  Casi 4 mil millones es lo que se ha gastado la Junta en rescates y ayudas a las cajas de ahorros.

2º.- Reactivación del proceso de homologación de salarios hasta completarlo en 5 años, y recuperación de puestos de trabajo perdidos. El proceso de homologación de salarios del profesorado con el resto de España fue interrumpido por el Plan de Calidad que ha resultado rechazado por la mayoría de la comunidad educativa y que se ha demostrado inútil en los colegios en los que se ha puesto en marcha. La calidad está directamente relacionada con los salarios y los profesores andaluces cobran 300 euros menos al mes que los profesores del resto de comunidades. Esto supondría 76 millones de euros, incluidos en el total del presupuesto de la primera medida.

Por otra parte, en el último año se ha reducido la contratación de profesorado. Hay en torno a 2.500 profesores menos, plazas que deben ser cubiertas, manteniendo la ratio profesor/alumnos con la media europea. Esto supondrá una inversión de 70 millones de euros.

3º.- Plan de Autonomía Universitaria, reestructurando los órganos de gobierno y su financiación, para ganar en autonomía en la elaboración de los planes de estudio e independencia económica, aumentando la participación de la sociedad en ella. En primer lugar que participen pymes, profesionales, intelectuales y asociaciones de pacientes en la Facultad de Medicina, por ejemplo, pero no las farmacéuticas. Y en segundo lugar, que la Universidad promueva la creación de negocio en sectores punteros y de alto valor añadido, beneficiándose de un plan de incentivo del tejido productivo nacional que sirva de complemento a la financiación universitaria.

4º.- Plan de Calidad que incluya la paralización de la reforma educativa del Bachillerato, que promueve el fracaso escolar, y la rápida incorporación de los alumnos al mercado de trabajo o al paro. Mayor formación integral y continua del profesorado, promoviendo la excelencia, e inclusión de un sistema de evaluación de la eficiencia.

5º.- Plan de Integración. Las escuelas deben estar abiertas a las familias y a los barrios. Con presencia de padres y alumnos en la toma de decisiones, mayor presencia de las escuelas en los barrios estableciendo una relación de servicio mutuo; y creación de ámbitos de debate y decisión como base para una nueva ley educativa.

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