Marcha del Orgullo Gay

Aunque se vista de rosa, a Zapatero le va el rojo del Santander

«Diversidad afectivo-sexual» en la educación es la reivindicación con la que este año la marcha del Orgullo Gay agrupo a centenares de miles de personas desde la Puerta de Alcalá hasta la Plaza España de Madrid. Buscan normalizar la homosexualidad en la escuela, con la a ministra de Igualdad, Bibiana Aí­do, representantes del PSOE, IU y UpyD, lí­deres sindicales y las principales organizaciones juveniles portando una pancarta con el lema Una escuela sin armarios.

La consigna "No desfilamos, nos manifestamos" y las ancartas reivindicativas son los símbolos que pretender recordar que se trata de un movimiento de lucha, que ha conseguido desde un primer momento movilizar a masas. Se trata de la libertad sexual. Y en esta marea reivindicativa se funde la fiesta, el desfile de exhuberantes carrozas multicolores, provocativos travestidos, las decenas de agrupaciones de homosexuales de Sevilla, Barcelona, Gandía, Logroño o Asturias que bailaban y cantaban coreando lemas como que "a Castilla le gusta la tortilla", "cura, imán o rabino, no estorbes mi camino", "estas son las familias de Aragón" o "me gustan las peras, me gustan las manzanas, y en la cama me acuesto con quien me da la gana" en referencia a la famosa frase de Ana Botella contra los matrimonios homosexuales. El 50% de los adolescentes homosexuales sufren violencia en los centros educativos. "Todos tenemos que ayudar a que la escuela sea un espacio seguro para la diversidad, porque lo que se aprende de pequeños se queda para siempre", afirmó la ministra de igualdad. El frente es ahora la educación. Una causa en la que, como dijo la minsitra de igualdad, todos los gays lesbianas, transexuales, y bisexuales "tienen a su lado al Gobierno". Puesto que, aunque, es un hecho que España es un ejemplo en todo el mundo en el avance de los derechos sociales, todos dicen que hay que seguir avanzando.La lucha por la libertad sexual es una causa de todos. Aunque ahora contenga los ingredientes que lo hacen un caldo de cultivo propicio para que se utilice como el gran maguffin rosa en tiempos de crisis. El blanco, la derecha retrógrada unida a la iglesia. La unidad de la izquierda posible y viable en un cierre de filas en torno a la defensa de la libertad.La gran cruzada que en ningún punto parece juntar la reivindicación de que debemos tener escuelas en las que sea normal manifestar las diferentes tendencias u orígenes familiares, tanto por parte de los profesores como de los alumnos, con el hecho de que a esos padres y profesores sufren los EREs, congelaciones de salario, deshaucios por impago de hipotecas, subidas de impuestos como todos los demás mientras el mismo gobierno que ha reconocido sus derechos civiles ha pilotado el mayor trasvase de rentas del trabajo a la gran banca. Aunque se vista de rosa, a Zapatero le va lo rojo (Botín) … ¿o no?

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