Cargando...Zapatero prometió cambiar el modelo productivo bajo el lema «menos ladrillo y más tecnología». Pese a las publicitadas subvenciones y ayudas públicas, los datos oficiales demuestran que la brecha tecnológica española respecto al exterior sigue creciendo. Incrementando así nuestra dependencia respecto a los grandes centros tecnológicos mundiales. Una losa más que dificulta encontrar una salida independiente a la crisis.
Para cambiar el modelo roductivo imperante en España durante la última década (basado en el tirón de la construcción y en la explotación intensiva de la mano de obra) es imprescindible un esfuerzo en I+D, en inversión tecnológica. Pero lo que está sucediendo es justamente lo contrario. Aunque España ha incrementado en la última década la inversión en I+D, continúa aún posicionada en niveles de innovación inferiores a los de la UE. Los datos publicados por el INE y la Oficina Estadística Europea (Eurostat) demuestran que el gasto en I+D con relación al PIB en 2007 fue del 1,27%, mientras que el gasto medio de la UE fue del 1,83% y muy lejos, de países como Suecia o Finlandia, que superan el 3% del PIB. El "desastre tecnológico español" deriva de su falta de competitividad internacional. Así, las exportaciones españolas en este concepto totalizaron 8.023,6 millones de euros en 2007, lo que supone un descenso del 4,3% con respecto a 2006. Por su parte, las importaciones alcanzaron los 27.597,6 millones de euros, con un aumento del 6,8% respecto al año anterior. De este modo, "la balanza de productos de alta tecnología arrojó un saldo negativo de 19.574 millones de euros", advierte. El comercio exterior de productos de alta tecnología es un indicador de la situación tecnológica de un país. La exportación de este tipo de bienes es el resultado del nivel de competitividad y del esfuerzo en I+D+i. Que las importaciones crezcan a ritmos del 7% y las exportaciones se reduzcan rápidamente manifiesta la fuerte dependencia tecnológica de España con el exterior cuya raíz está en la falta de tecnología propia. España importa mucha tecnología y exporta poca. Los datos del comercio exterior de productos de alta tecnología muestran que en 2005 la tasa de cobertura del comercio exterior de productos de alta tecnología fue de 37%. A partir de ese año comienza una tendencia descendente de la tasa de cobertura hasta llegar en 2007 al 29%. ¿Qué significa esta caída? Qué las importaciones crecen más rápidamente que las exportaciones. Es decir, aumenta el déficit exterior tecnológico de España.