SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

ATT-Telefónica. El intermediario era Aznar

Desde que el pasado lunes 17 el diario El Mundo publicara la opa ‘amistosa’ de la multinacional americana ATT sobre Telefónica todo el mundo se ha estado preguntando quién era el intermediario ante el Ejecutivo español. Porque, claro, se trata de un intermediario que no se ha puesto en contacto con Telefónica, aunque sí con el Gobierno, y que ha recibido el ‘visto-malo’ del Ejecutivo.

Pues bien, el intermediario era un tal José María Aznar, expresidente del Gobierno español (en la imagen junto a Rajoy), el hombre que se marchó de la política cuando todos querían que siguiera y que ahora quiere regresar cuando nadie quiere que vuelva, al menos en el entorno marianista.

No es la primera, es la segunda vez que el ex presidente ofrece una empresa española a otra norteamericana. Ya ofreció Repsol a la Exxon, cabreado porque había caído en manos catalanas, sólo que el petróleo de George Bush no le hizo mucho caso.

Ahora, según fuentes de la propia Telefónica, que lleva dos días hablando con el Ejecutivo Rajoy sin parar un minuto, Aznar no ofrecía la primera empresa española a su competidor norteamericano. Sólo quería vender a los americanos la división europea de Telefónica, para entendernos, O2. Creía Aznar que le hacía un favor a César Alierta, aunque éste lo vea de otra forma. Es verdad que el viejo continente tiene unos márgenes más pequeños pero esa no es la cuestión.

La cuestión es que ningún responsable de ATT se puso en contacto con la operadora. Lo hicieron con el Ejecutivo y por conducto interpuesto. Aznar, que últimamente cree saber más de política que Rajoy y más de gestión empresarial que los empresarios, había decidido que para reducir deuda lo que tenía que hacer Telefónica era vender su división europea y dedicarse a la hispanoamericana. Sólo que el asunto se le fue de las manos y los interesados, es decir, ATT, contemplaron a la novia y comprobaron que tenía muchas virtudes.

Y con nocturnidad y alevosía, porque Alierta no se enteró de nada. Es cierto que, como adelantábamos ayer, cuando lo ha sabido ha montado en cólera. Para aclararnos: sólo Emilio Botín, un español sin complejos, sabe hacer estas cosas: Botín tiene muy claro que el Santander no se fusiona, compra. Alierta piensa lo mismo pero luego es más ‘sensible’ a las presiones públicas.

Alierta trata de imitarle. Está convencido de que todo lo sembrado hasta ahora en Telefónica dará resultados en breve plazo y no está dispuesto a que otro se lleve la gloria. Si se fusiona con alguien piensa en la copresidencia (Botín no, Botín pensaría en la Presidencia única, la suya). El ‘capo’ de ATT es más joven que él pero eso no importa. Además, tiene un hombre como Pallete, bien conocido en el sector, como para que Alierta pueda marcharse a casa tras una etapa de transición con un socio. Y sin que le acusen de haber malvendido a los americanos la primera industria española -tercera en capitalización-. Pero así no.

Y el titular de Economía, Luis de Guindos, afirma no saber nada: “Ni he parado ni he intervenido en ninguna opa”. No, desde luego. El titular del ramo, José Manuel Soria, tampoco se ha enterado. Ni Montoro. Ni, al parecer, la mismísima Soraya. Y no olvide usted, señor Aznar, que eso cabrea mucho. Usted ya no es su jefe; ahora el jefe es Mariano.

Por lo demás, el daño hecho a España es muy fuerte. Porque tras este no-episodio de la no-opa de ATT, se acentúa la idea de que España está muy barata y de que las empresas estratégicas pueden comprarse a precio de saldo. Mala cosa Lionel… sobre todo porque es cierto.

Deja una respuesta