El avance de los talibanes cerca a las tropas españolas en Afganistán

Asumiendo los riegos del Imperio

«Las tropas españolas en peligro». Así­ editorializaba un conocido periódico la situación actual de las tropas españolas en Afganistán. Y no es una exageración periodí­stica. Cada nuevo informe de la ONU revela el avance talibán en la zona de responsabilidad española. Y cada vez las informaciones son más preocupantes. Hasta el punto de que la ONU alerta ya sobre la posibilidad de que los talibanes se hagan con uno de los distritos que las tropas españolas deberí­an tener bajo su control. Mientras tanto EEUU, siguiendo la nueva «doctrina Obama», incrementa su ofensiva en Afganistán, lo que se traduce en un mayor riesgo para las tropas españolas. Zapatero deberí­a explicar por qué en Afganistán soldados españoles deben exponer su vida -han muerto ya más de ochenta en el paí­s asiático-, con el único objetivo de afianzar el dominio norteamericano en un eslabón clave de Asia Cental.

El distrito de Bala Murghab se ha consolidado como el auténtico centro de oeraciones talibán en el noroeste de Afganistán. Desde este valle, al que prácticamente no entra un solo soldado extranjero desde el inicio de la misión internacional, los talibanes han logrado extenderse al resto de distritos de la provincia española de Badghis creando un auténtico cerco en torno a la capital, Qala-i-Nao. La situación de la zona donde operan los soldados españoles es cada vez más crítica. Además de Bala Murghab, la ONU advierte que en otros dos distritos de la zona, Ghormach y Muqur, los talibanes pueden hacerse con el control absoluto en un plazo no demasiado largo. En Ghormach resulta incluso complicado realizar ninguna operación por el enorme desgaste que supone siquiera acercarse a este distrito. En el norte de Badghis, según un informe de Naciones Unidas, “los grupos armados insurgentes son muy activos y desde 2007 están organizados y reciben apoyo directo de la cúpula de la organización Talibán en Quetta (Pakistán)”. El estudio asegura que “tras la ofensiva de 2007 la insurgencia controla Ghormach, Bala Murghab -los dos distritos de mayoría pastún- y va extendiéndose a Jawand y Muqur. La situación no mejora y la actividad criminal aumenta debido al tráfico de narcóticos y las rivalidades étnicas entre tayijkos y pastunes. A esto hay que unir la ausencia total de la presencia del gobierno fuerte y la falta de asistencia de la comunidad internacional”. EEUU ha anunciado que enviará refuerzos a Qala-i-Nao y ya se han realizado las primeras consultas para poder desplegar junto a la nueva base española -aun en construcción- unidades americanas con capacidad de combate. Algo que, paradójicamente, supone un riesgo añadido para las tropas españolas. EEUU va a realizar con estas nuevas tropas operaciones ofensivas –que provocan periódicas matanzas masivas entre la población civil-. Las tropas españolas están obligadas a respaldarlas, convirtiéndose en objetivo prioritario de los talibanes, e incrementando el odio de la población hacia ellas. Cada vez con mayor virulencia, pasan a primer plano los riesgos que los soldados españoles corren en una operación militar cuyo único objetivo es estabilizar el dominio norteamericano en la zona. La nueva estrategia de Obama, sacrificando Irak para empeñar todos los esfuerzos bélicos en ganar Afganistán, obliga a los países dependientes a someterse a las exigencias del imperio. Y Zapatero ha dicho sí al nuevo inquilino de la Casa Blanca, empeñando un mayor esfuerzo militar en Afganistán.

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