Argelia, los islamitas radicales no aceptan la polí­tica de amnistí­a.

Asesinan a 24 gendarmes.

Tiene toda la pinta de los ataques de grupos islamistas financiados por la CIA la conocida A.Q.Magreb, que orientan sus ataques contra intereses extranjeros y el ministerio de Defensa de Argelia, no hacia intereses imperialistas, que son los propios de los islamistas.

El 2 de junio, ocho olicías y dos maestros que los acompañaban murieron en un atentado con bomba cuyo objetivo era un convoy de vehículos.El 26 de mayo, al menos nueve militares murieron y unos diez resultaron heridos en una emboscada.Según revelaron ayer los rotativos Echrouk y Ennahar. El miércoles por la noche los terroristas asesinaron a 24 gendarmes en Bordj Bouaréridj, 200 kilómetros al este de Argel Se trata del peor atentado desde principios de año. Entre las grandes incertidumbres que se planteaba en el tercer mandato de Abdelaziz Buteflika figuraban, la aplicación de una amnistía general para los restantes maquis islamistas, a condición de que entregasen las armas. El presidente Buteflika quiere culminar así su primera “concordia” (1999) y su segunda “reconciliación nacional” (2004), política de reconciliación nacional tras un decenio de violencias lanzadas por los islamistas en la década de los noventa que dejaron al menos 150.000 muertos en atentados y asesinatos.Los grupos en torno al-Qaeda en el Magreb Islámico, tienen por razón de ser, el rechazo a cualquier rendición. Por lo que el consenso necesario para esta amnistía no puede darse por descontado, ni siquiera en el seno del gobierno. La gestión de la amnistía recaerá en el primer ministro, Ahmed Uyahia, quien no es precisamente un entusiasta de este objetivo. Tampoco ayuda mucho el hecho de que el líder del partido islamista MSP, miembro de la alianza presidencial y firme partidario de la reconciliación, se haya retirado del gobierno y su partido corra peligro de descomposición si no cesa la actual sangría interna.Por otro lado, algunos de los jefes del FIS y del AIS que habían apoyado la reconciliación desde el principio comienzan a mostrar su hartazgo por la falta de vías políticas. Cierto que varios arrepentidos de al-Qaida (ex GSPC) como Hasan Hattab continúan secundando la iniciativa. Por lo pronto, los actores sociales ya las han retomado y han resurgido las revueltas populares. Otro objetivo presidencial es "la reestructuración de los servicios de seguridad, que estarían bajo la responsabilidad de Yazid Zerhouni", el actual ministro del Interior, según el diario Le Quotidien d’Oran. Se acabaría así con la autonomía del poderoso servicio secreto militar, la Dirección de Investigación y Seguridad que actúa como un contrapoder. El proyecto suscita tensiones con los militares reacios a someterse a la autoridad de un civil.

Deja una respuesta