Lo que está pasando con la nueva tarifa de la luz por horas es de juzgado de guardia. No solo quieren imponer los horarios que más beneficios les pueden dar a las eléctricas, despreciando las condiciones de vida de la gente, sino que además debajo de los horarios lo que hay es un nuevo atraco al bolsillo de los ciudadanos.
Las organizaciones de consumidores ya están advirtiendo que nos preparemos porque el recibo de junio será uno de los más caros de la historia. Según la asociación de consumidores FACUA un 45% más caro que hace un año, casi 30 euros más para un recibo medio.
Un auténtico asalto a las ya menguadas rentas de las clases trabajadoras y de las familias más vulnerables del país.
Y no solo las familias están en peligro. También lo están los autónomos y PYMES. FACUA también denuncia que la factura de la luz para los autónomos ya ha aumentado un 22% con respecto al año pasado y la nueva tarifa es un paso más para la “ruina” de todos esos negocios.
Estamos en manos de auténticas mafias eléctricas que manipulan los precios de la electricidad a su conveniencia con el único objetivo de llenar sus millonarias cuentas de beneficios.
Y esta no es una denuncia fruto de la indignación. Lo dicen los propios organismos reguladores y los tribunales. Las tres empresas eléctricas más importantes de España, Iberdrola, Naturgy y Endesa acumulan multas impuestas por la Comisión Nacional del Mercado y de la Competencia por más de 50 millones de euros, que no han pagado, por manipular los precios de la electricidad.
Alguien tiene que poner fin a este atraco sin fin que se repite todos los años, todos los meses y ahora a todas horas.
El gobierno prometió tomar medidas para rebajar el precio de la luz. Ha llegado el momento de tomarlas ya… si el atraco es de la envergadura que nos anuncian, los próximos meses ya será tarde.
Hay que cambiar este sistema de precios por horas y cómo se fija el precio de la luz, frente a una subasta mayorista que fija el precio según la energía más cara en cada momento, aunque otros tipos de energía, como la hidroeléctrica o la eólica, estén mucho más baratas.
Es necesario también bajar el IVA de la luz, que está al 21%, como si fuese un artículo de lujo, cuando es un artículo de primera necesidad.
Y hay que aprovechar la oportunidad que se abre con los fondos europeos y el cambio de modelo energético con renovables para impulsar una nacionalización del nuevo modelo energético, con una mayor participación pública, apoyando proyectos nacionales, dando más apoyo a las pequeñas y medianas empresas, incluso creando una empresa pública que contribuya decisivamente a regular los precios y obligue al resto de empresas a una reducción general de precios o salir del mercado.