Cargando...El último Príncipe de Asturias ha premiado a Sir Norman Foster, arquitecto Inglés vinculado al selecto grupo de los arquitectos estrella, demostrando que la mercantilización del arte es el camino a seguir para alcanzar el reconocimiento. Y por qué no, también el lucro.
En la visión del arte como reresentación social de la época que se vive, Foster representa el mercantilismo que ha sufrido de un tiempo para aquí la arquitectura, y en general, el arte. Sumisos a las demandas icónicas, ¿dónde quedan los artistas con visión crítica que hablen de la ruptura histórica que estamos viviendo con esta crisis? Para el arquitecto inglés “la crisis no debería afectar a nuestro oficio”, asegura. A sus 74 años, Norman Foster sigue como cabeza del estudio Foster & Partners, tercero más grande del mundo en tamaño de trabajadores (unos mil), y según The Sunday Times, a la cabeza de las empresas privadas con mayores beneficios del pasado año. En su primera década como arquitecto consiguió construir tres proyectos. En lo que va de siglo XXI ya lleva más de cien. El jurado del Príncipe de Asturias se ha percatado de ello y lo ha premiado por “alcance universal” de su obra. "Todo forma parte de lo mismo. El mundo entero me interesa", dice. El 80% de sus estaciones, rascacielos, aeropuertos y puentes se levantan lejos de su país: de Argentina a Qatar, de China a Marruecos. Solo en España tiene en construcción o en proyecto la Torre Caja Madrid (Madrid), el Centro de Cultura y Ocio Ciudad del Motor Aragón, el Museo de la Aviación (Getafe) y la remodelación del Estadio Camp Nou (Barcelona). Además de todas las que ya tiene construidas como el Metro de Bilbao, Palacio de congresos de Valencia y la Torre de Collserola de Barcelona. Sus últimos retos tienen que ver con el tamaño. Ha diseñado el mayor aeropuerto del mundo -Pekin- y el puente Milleau –en Francia-, de 2,46 kilómetros, también el más alto del globo. Otra forma de verlo es la del jurado: “Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2009 al arquitecto y urbanista británico Norman Robert Foster, cuya obra de alcance universal conjuga la calidad estética, la reflexión intelectual y el diálogo entre territorio y ciudadanía, a través de un original dominio del espacio, la luz y la materia. Norman Foster, arquitecto de la era global, anticipa con brillantez la única "polis" posible en el siglo XXI, al servicio del desarrollo sostenible y de la libertad personal y social.”