Cargando...«¿Acaso el mal derecho no vale tanto como el bueno? (…) Arrancad cerebros, matad, cortad las orejas, arrancad la finanza y bebed hasta la muerte. Es la vida de los Marranos. Es la felicidad del Maestro de Finanza». Estas frases del «Ubu Rey» de Alfred Jarry describen a la perfección a Mohamed VI, el rey de Marruecos, que tirotea a los inmigrantes que pretenden cruzar la valla de Melilla, o masacra al pueblo saharaui. A este, parafraseando a Jarry, rey nazi-macaco está armando hasta los dientes el gobierno español, convirtiendo a Rabat en el segundo importador de material bélico español.
Alemania ocua, con 73,1 millones de euros, el lugar de primer importador de material bélico español. Pero en el segundo lugar, con 47,7 millones, nos encontramos a Marruecos. ¿Para qué utiliza Mohamed VI ese material de guerra que España le vende? En los últimos días, dos inmigrantes subsaharianos que pretendían saltar la valla de Melilla para entrar en España, han sido asesinados por disparos de la policía marroquí. El régimen de Mohamed VI sigue abandonando a centenares de inmigrantes en pleno desierto, sin agua ni alimentos, condenándolos a una muerte cruel. Periódicamente, las ciudades del Sahara ocupado son masacradas, las manifestaciones tiroteadas, los activistas detenidos y torturados. Y el propio pueblo marroquí está sometido a la bota de hierro de un totalitarismo presidido por un rey de poderes absolutos. Algunas partidas de exportación de material bélico, que deben ser obligatoriamente aprobadas por el gobierno, han sido denegadas porque no se ajustaban “al código ético”. ¿Qué “código ético” admite armar a un rey que masacra, tortura y asesina con naturalidad? ¿Qué puede justificar favorecer el rearme de un soberano que ejecuta un auténtico genocidio contra un pueblo hermano como el saharaui) Mohamed VI ha recibido de las burguesías europeas el encargo de convertirse en el policía de fronteras que limite la llegada de inmigrantes a Europa. Y se le ha ofrecido carta blanca para que apriete el gatillo. Detrás de la amiostosa relación entre Zapatero y Mohamed VI está… Francia. Zapatero adoptó como lema reintegrar a España al corazón de Europa -radicado en París y Berlín-, y Moratinos, director de la política exterior española, no tiene reparos en confesar que es “un afrancesado”. La estrecha relación de Mohamed VI con París -ex potencia colonial que sigue manteniendo sus tentáculos sobre Marruecos- llega al punto de que el Colegio Real donde se formó el actual soberano corre a cargo de Francia.