Alarma social

Apuesta en Navarra que el Estado avala al capital de alto riesgo

La emresa Sodena dedicada a productos frescos de alimentación preparados para llevar y comer se instala en Pamplona con el aval del segundo plan anticrisis. Esta entrada será a través de la empresa Mizanor, con una colaboración de 1,2 millones de euros. Por una parte el fomento de los sectores agroalimentarios en la creación de riqueza y empleo es un sector clave, pero lo que habrá que cuestionarse es el tipo de capital que pasa a formar parte de esta empresa. Gran parte del accionariado de Sodena es de Entidades de Capital de Riesgo, de manera que desde luego a pesar de su aumento desde el 2004, en el que facturaban dos millones de euros al 2008 que pasaron ha facturar 10 millones de euros, hay candidatos más fiables y estables para estos avales anticrisis. El rápido crecimiento de esta empresa debe ser el mayor atractivo a la hora de conceder este aval por parte del Gobierno, ávido de conseguir liquidez y beneficios, sin embargo, que gran parte del accionariado pertenezca a Capital de Riesgo es un riesgo, valga la redundancia, que afronta el dinero público, el de todos. Y mientras empresas viables cierran por falta de financiación y sin que se plantee planes de viabilidad, esta operación aventurera, apoya el sector menos afianzado en un sector agroalimentario en el que diversos problemas previos para potenciar el sector, como el bajo precio que se paga al que produce y el alto precio al que consume. Y mientras existen empresas a las que apoyar para que, afianzadas durante años plantean ERE´s, cierres y despidos, se apuesta por una empresa en pleno proceso de reorientación y organización. Hay que señalar que el proyecto no es malo, ya que es un tipo de producto que está avanzando en toda Europa, ofreciendo comida fresca y sana para llevar y lista para comer. Por eso, el principal asunto, será blindar las condiciones en las que estos avales ofrecen una garantía para los bancos, que siempre ganan, y por supuesto lo que se juega en este proyecto se pagará con el dinero de todos para asegurar a la banca sus esperados beneficios. Está claro que la construcción ya no ofrece los beneficios esperados mediante las hipotecas a los bancos, y esta fórmula es una nueva forma de apostar por diferentes sectores, con el beneplácito y la seguridad mediante aval del dinero de todos mediante el Estado. En cambio no hay crédito ni avales para PYMES y familias, y los que prometen, llegan en unas condiciones que suponen una verdadera usura, mientras a ellos les da el dinero el Banco Europeo al 1%.

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