El grueso de la «segunda generación» de trabajadores inmigrantes todavía no lo son. Jóvenes y niños de otros países no comunitarios forman parte ya de las estadísticas educativas de nuestro país. Solo el 1,5% de la población universitaria son inmigrantes, teniendo en cuenta que loa trabajadores inmigrantes constituyes ya entre el 10% y el 13% de la población española. Luisa Martín Rojo, miembro del grupo de investigación de la UAM, advierte hoy en El País de que «existe el peligro de que la población autóctona, blanca y española, ocupe las posiciones altas y disponga de mano de obra barata de distintos orígenes».
Mientras que el 70% de los inmigrantes que cursan Secundaria tienen intención de seguir con sus estudios, el doble de alumnos – 13% – que en el caso de los esañoles ni si quiera acaban el último curso precio al Bachillerato. Pero internamente también se diferencias: los gambianos y marroquíes se deciden por ciclos formativos de Formación Profesional, mientras que rumanos y chinos por los estudios universitarios.La conclusión de los estudios realizado apuntan a que la variable de la nacionalidad determina la “elección” de continuar o no los estudios, mientras que la de género solo en el caso de la “elección” entre ciclos formativos y estudios universitarios.Dicho de otra manera: “Los programas de compensación educativa – implementados como ayuda a la integración educativa – que excluyen del sistema y alejan de la formación superior, no van, en principio, orientados a ningún grupo étnico, pero en la práctica están etnificados”. No quería matarla, pero la maté…Si, como decíamos al principio solo el 1,5% de los estudiantes universitarios son inmigrantes, el 23% del alumnado de ESO lo es, y hasta el 48% en los centros de educación compensatoria. La explicación que se da es como la de “la patata caliente”; de los concertados a los públicos, y de estos a los programas no académicos de iniciación profesional.Pero, como venimos diciendo en esta sección, si la LOGSE ha convertido el sistema educativo en un “aparcamiento para pobres” – Ricardo Moreno dixit – en este caso no estaría tanto hablando de la formación de un ejército de “aparcacoches” como de un proceso de segregación de los futuros trabajadores inmigrantes del resto de la población. Separar cultural y socialmente a los sectores más combativos y rebeldes de la clase obrera, los que han de estar destinados a las bolsas de super explotación, del pueblo trabajador en general. Y todo en nombre de la multiculturalidad y la atención a la diversidad.