Después de girar por toda España con «Por la boca vive el pez» Fito y Fitipaldis presenta su nuevo disco «Antes de que cuente diez». Veinte años de rock and roll y carretera. Pronto le volveremos a ver rodando por toda la geografía nacional en la gira de su último disco hasta que le aguanten los huesos.
El disco sale ya al mercado ¿Qué nos vamos a encontrar? Es una buena regunta para ser la primera. Lo que ofrece son canciones, que es lo que mejor sabor de boca te queda. Luego podemos hablar de cambios, estilos, pero al final lo que quiero es comunicar cosas y que queden. Este disco es más rockero que los anteriores, que tocabas otros palos. Yo sólo sé hacer rock. El rock hoy en día es un término muy amplio, entra desde Motor Head a U2. Hemos buscado, mejor dicho encontrado más el sonido de banda, somos una banda grande y queremos sonar como en un concierto en directo. Siempre uso el lenguaje del rock y no sé hacer otra cosa, pero siempre juego con otros ritmos, otros estilos. Has conseguido algo muy difícil, la gente reconoce tus canciones: sólo escuchando las primeras notas, sabe que es Fito. Además fusionando el rock con el folk y el rockabilly. Tengo esa suerte. Uno está contento de que lleguen, aunque sean en clave de rockabilly o estilos que no son rock clásico. Al final los estilos no son tan complicados ni importantes. Hay gente que sigue a los Fitipaldis y no tiene ningún disco de rock. Se trata de lanzar canciones y que tengan la magia necesaria para que la gente las recoja. Pero has creado un sello. En los últimos años se ha puesto muy de moda el mestizaje, pero tú mezclando con folk o tocando rockabilly has sido fiel a un sello. Si alguien en tres compases sabe que esa canción es de los Fitipaldis es acojonante. Claro, tiene una doble lectura: por qué no cambias más, me preguntan a veces. Los músicos queremos ser reconocidos, que escuchen a otro grupo y que digan “esto suena a los Fitipaldis”. Que la gente fiche tu lenguaje. Partes de una música, el rock, que aunque es universal es anglosajona y la haces hablar nuestro idioma, dándole un toque hispano. ¿No crees que por eso la gente lo agredece y reconoce como algo familiar, cercano? Claro, yo no vivo en Londres. Mi influencia es música anglosajona, pero también bandas de aquí. Está claro que hacemos rock´n´roll, pero mi realidad es otra, no puedo expresarme igual. Tengo mucha referencia de Leño, Alarma….El rock and roll es universal, ya no americano, pero cada lugar tiene su vocabulario. Tomaste ese camino y has persistido. Sí, porque no juegas a hacer rock´n´roll. Te das cuenta enseguida cuándo alguien juega o va en serio. A finales de los 80 y principios de los 90 había una tendencia en la música autodestructiva. Se levantaba la bandera de “vive rápido y muere joven”. Tocas un blues en el disco y sin embargo tus letras, aunque hablen de desamor, son vitales, llenas de energía. ¿No crees que eso la gente lo reconoce? Estoy de acuerdo. Me han dicho que porqué no canto a la alegría y no a la tristeza y me sorprende mucho, yo soy bastante optimista. Hablas de lo que te preocupa, pero desde lo positivo. Comparo escribir con un lobo aullando. La gente escribe siempre sobre lo que le preocupa, pero el mensaje no puede ser “suicídate”, me parece horrible Llevas 20 años en los escenarios y te has mantenido siempre independiente, al margen de presiones o polémicas ajenas a la música o a las preocupaciones de la gente. Cuando no te casas con nadie, o con ninguna postura, en principio te hacen menos caso, pero a la larga te sale más a cuenta. Es difícil mantenerse al margen. Cuando la música se junta con política, la música pierde. Los músicos tenemos ideología, pero en la prensa o en las declaraciones solo me ha interesado hablar de mis canciones. Pero “Trozos de cristal”, por ejemplo, es muy política porque hablas de lo que le pasa a la gente. Otra cosa es el “politiqueo”. Claro, es que a mí me han dado palos por todos los lados. Es difícil, muchas veces te atrapan en una posición u otra y te joden la vida. No me gusta que me usen “fuera de.” Cada vez los músicos cobran menos royalties. Tú has hecho mucha carretera, la última gira ha sido muy larga y pronto vuelves. ¿No crees que el público valora mucho esto? Cuando yo empecé era una obligación y sobre todo una devoción. Mi meta no era grabar un disco, o dar entrevistas. Si vendes un millón de discos, bien, estupendo. Pero los ingresos de los músicos son los conciertos. Si después de sacar el disco y la promoción no me dejasen tocar para mi sería un infierno. No te voy a preguntar sobre el canon, ¿pero no crees que el mercado discográfico tendría que cambiar? Está cambiando ya. Es una realidad. No sé cómo va a resultar, qué formato se va a imponer o cómo va a cambiar la industria, sólo soy músico. Pero ya está cambiando. Reconozco que me da pena que desaparezca el disco El mp3 suena horrible. Pero también cuando empezó la música no había discos. ¿Tiene algún significado especial el título del disco “Antes de que cuente diez”? Nunca tengo el nombre del disco, busco una frase que sugiera. Sólo es el título, no le doy importancia, no lo quiero sacar de contexto. ¿Qué te parece “te vas a enamorar de este disco antes de llegar a la última canción? ¡Oye, pues está muy bien! El De Verdad digital también lo haces tú: Contribuye con la calidad del De Verdad digital puntuando este artículo y enviando tu comentario. El 31 de octubre se realizará un sorteo de entradas para los mejores conciertos y estrenos de cine, teatro y espectáculos de la temporada navideña entre los lectores que hayan participado opinando sobre cualquier artículo. Solo hace falta dejar tu email.