Cantabria: Una avalancha de ERE´s

Ante los ERE´s: LLorando por un ojo

El alto número de ERE´s realizados en Cantabria durante este año, hace que la valoración del director general de Trabajo del Gobierno de Cantábria, Tristán Martinez ha reconocido hoy que se trata de un número elevado que suera la media nacional. La comparativa con años anteriores y la valoración que da ante este elevado número de expedientes de regulación de empleo nos ofrece una visión que pretende camuflar el objetivo de los expedientes de regulación, ya que declara: “Antes lo cotidiano era el cierre de las empresas sin apenas soluciones para los trabajadores, y ahora no”. Claro que no, antes el cierre de las empresas en primer lugar no se encontraba en la situación de merma y destrucción en el que nos encontramos con la crisis, y los ERE´s significan, cuando son temporales el consumir el tiempo de paro que los trabajadores tienen cotizados, en muchos casos se trata del paso previo a que el trabajador quede en la cola del paro definitivamente. Los ERE´s de extinción, son en esta crisis el camino que multinacionales y grandes empresas usan en multitud de ocasiones de negociar unas condiciones en las que, con el miedo de la crisis, mientras los trabajadores luchan por conservar su medio de vida, las directivas hacen cuentas buscando la forma más barata y eficaz, que una vez aprobados, permiten reorganizar a la plantilla a su libre alberío. En otros casos, son una vía de escape rápida en la que en vez de plantear planes de viabilidad o alternativas para mantener la industria de nuestro país (que ya se coloca por encima de la construcción en esta crisis en el número de destrucción de puestos de trabajo, sin que el Gobierno se plantee dar solución) se plantean estos expedientes de regulación. Robert Bosch, o Bridgestone, son algunos de los ejemplos de grandes empresas multinacionales que han planteado ERE´s en el sector industrial en Cantábria. Tapar el problema eludiendo a las negociaciones de estas regulaciones, no solo es esconder el problema para que la enfermedad siga actuando, también es un llamamiento de lo más recalcitrante que coloca a la clase trabajadora en el papel de sufridor histórico que debe dar las gracias por las migajas. La valoración de Tristán Martinez sobre el papel de los sindicatos y el diálogo social tampoco tiene desperdicio. Mientras en la cabeza de todos está que la crisis debe servir para cambiar el sistema por uno más productivo y se plantea desde el despido libre, hasta una reforma en el sistema de pensiones, o incluso se plantea la ampliación de la edad de jubilación a los 70 años mientras se realizan prejubilaciones a troche y moche. Pués bién, la valoración de Tristán se basa en que el derecho del trabajo no está en crisis y que el diálogo entre empresarios y sindicatos es eficaz y solo hace falta profundizar en las Relaciones Laborales. Va a resultar que en esta crisis lo que hay que hacer es profundizae

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