Sin embargo hay otra cifra que crece de forma inversamente proporcional: el presupuesto de la Generalitat. En 2012 este presupuesto era de 29.700 millones de euros; subió a 31.800 millones en 2014; en 2017 a 34.000 millones y el aprobado para 2020 es de 42.000 millones de euros.
Llama la atención que el presupuesto de la Generalitat no pare de crecer y el gasto social por habitante no pare de disminuir. Por lo tanto la conclusión es clara: sí hay dinero, sí hay recursos. Y la pregunta es: ¿qué ha hecho la Generalitat con los recursos de los catalanes? ¿A dónde van a parar los recursos que no llegan a los ciudadanos?
Catalunya necesita una alternativa que dé respuesta a esas y otras preguntas, y en este artículo empezamos a hacerlo. Los catalanes necesitamos una alternativa que coja como eje central Redistribuir la Riqueza poniéndola al servicio de la gran mayoría de la población, especialmente de las clases populares, y de reconstruir el tejido productivo generando nueva riqueza y empleo.
La precariedad para la inmensa mayoría de la población se está disparando con la pandemia. En estos momentos el porcentaje de población en riesgo de pobreza ha crecido hasta el 24,7% en Catalunya. La población con ERTE se ha vuelto a disparar en noviembre con las nuevas restricciones en los negocios. Y sectores como la hostelería, que han sufrido cinco semanas de cierre absoluto, han dejado a muchos negocios al borde de la ruina.
Necesitamos un plan con tres objetivos principales. Y el primero ha de ser fortalecer los servicios públicos, que han demostrado ser verdaderos pilares de la sociedad en momentos de crisis.En el 2008 las pensiones supusieron un colchón para muchas familias y en esta crisis nuestro pilar ha sido la sanidad. Por eso es necesario promover desde el Parlament una moción para el Blindaje de las Pensiones en la Constitución. Blindarlas constitucionalmente para que ningún gobierno pueda recortarlas ni privatizarlas.
Y por otra parte, revertir los 2.686 millones de recortes ejecutados en la última década en la Sanidad y la Educación. La sanidad catalana ha pasado de estar entre las cinco primeras de España a ser la tercera por la cola, fortalecer la sanidad y la educación es prioritario.
El segundo objetivo es un plan de emergencia para los sectores más afectados por la crisis. Necesitamos un plan de ayuda a estos sectores: hostelería, servicios, cultura… Un plan de ayudas que realmente palíe las enormes pérdidas que han sufrido frente a los totalmente ridículos 1.500 euros que la Generalitat ha destinado a cada bar. Dotado con 2.000 millones
Y exigimos coordinación entre todas las administraciones para garantizar que las ayudas aprobadas como el IMV llegan a todas las familias y personas que corresponda. La Generalitat debe poner todos los medios necesarios y complementar estas ayudas combatiendola pobreza energética, garantizando luz y agua en todos los hogares.
El tercero es un plan de reindustrialización que genere riqueza y 200.000 empleos productivos. Para ello necesitamos 10.000 millones de euros. Para hacer frente a esta crisis tan imprescindible como un plan de emergencia social es un plan de reconstrucción del tejido productivo industrial y rural, no queremos ser un país dependiente de ayudas y subsidios. Aunque en Catalunya la industria sigue teniendo un peso importante, en los últimos años ha pasado de suponer un 29% del PIB a apenas el 20% (el mínimo aconsejado por la UE). Necesitamos un plan de reconstrucción del tejido productivo que vuelva a convertir Catalunya en una comunidad próspera, con una industria diversificada y a la cabeza de la investigación y el desarrollo.
Sí hay dinero, sí hay recursos
Catalunya es una de las comunidades más ricas de nuestro país y desde luego tenemos recursos para proponer una alternativa. Sobre todo dos principales:
Destinar un 20% del actual presupuesto de la Generalitat, esto es 8.400 millones de euros a revertir los recortes en sanidad y educación y al plan de emergencia para los sectores afectados. Reduciendo el despilfarro y los desorbitados salarios y dietas que cobran los altos cargos del Govern. La administración catalana es la que tiene los salarios más altos de toda España. Los 378 altos cargos de la Generalitat cobran de media un 148% más que los de la administración central y podemos continuar con la Diputación, el Parlament… Esto es inmoral y más en una situación crítica, se deben reducir drásticamente. Para revertir los recortes en sanidad y educación y al plan de emergencia necesitamos 4.686 millones, aún nos quedarían 3. 714 millones de esta dotación para hacer frente a otras situaciones provocadas por la pandemia.
Y crear un fondo especial de fomento del empleo con el dinero de los rescates. 10.000 millones de euros para crear 200.000 puestos de trabajo productivos. Hay que promover una ley que exija a los grandes bancos, la Caixa, el Sabadell y el BBVA que pongan en ese fondo los 23.347 millones de euros equivalentes al dinero puesto en los rescates de las cajas con las que se han quedado por un precio simbólico. Y destinar en la legislatura 10.000 millones de ese fondo a la inversión directa en el fomento del empleo. Atendiendo a dos sectores estratégicos: la reconversión y modernización industrial y la creación de empleo sostenible en sectores como la agricultura ecológica, apoyo al cooperativismo y la distribución alternativa a los grandes grupos monopolistas. En la anterior crisis rescatamos a la banca, debemos exigir que en esta se ponga el dinero del rescate bancario al servicio de reconstruir Catalunya.
“És l´hora” de la Catalunya social y popular
No sólo tenemos dinero y recursos; en Catalunya tenemos también fuerza, mucha fuerza. En Catalunya existe un enorme caudal de organizaciones municipales, sociales…tenemos una enorme tradición de asociacionismo y organización popular. En las últimas elecciones municipales se presentaron 350 candidaturas independientes de los grandes partidos. Catalunya tiene 25.000 asociaciones: feministas, ecologistas, por el derecho a la vivienda, de la marea blanca, contra los recortes en educación….
Es la hora de la Catalunya social y popular. “És l´hora”, es hora de formar un frente amplio de lucha unitaria contra los recortes y la redistribución de la riqueza. Es la hora de unir esta fuerza en una alternativa común, una coalición electoral para las próximas elecciones, para defender los intereses populares redistribuyendo la riqueza. Ante la crisis, no debemos ahorrar esfuerzos en ello.