Cargando...
No han pasado tres semanas desde que Israel detuvo la brutal operación «Plomo Fundido», que dejó en tres semanas un balance de 1400 muertos y más de 5000 heridos, y los procesos judiciales por crímenes de guerra y lesa humanidad ya empiezan a brotar. A la pionera decisión de un juez español de admitir las acusaciones contra un ex-ministro israelí y seis militares más por un bombardeo en 2002 contra la franja de Gaza, se suma ahora la decisión de la fiscalía general de Turquía, que ha iniciado investigaciones preliminares contra la cúpula gubernamental y estatal de Israel por presuntos crímenes de guerra durante la reciente ofensiva contra Gaza.
Una organización turca de defensa de derechos humanos llamada "Maslum-Der" asegura que Israel cometió actos de genocidio, tortura y crímenes de lesa humanidad en ese conflicto, y ha resentado una querella contra el presidente israelí, Shimon Peres, el primer ministro, Ehud Olmert, la ministra de Exteriores, Tzipi Livni, así como los jefes del Ejército y el servicio secreto militar.Se trata del primer caso de este tipo contra otro estado aceptado por la Justicia de Turquía, un país que mantiene importantes relaciones comerciales, políticas y militares con Israel. El gobierno turco se ha destacado en la crisis de Gaza por desarrollar una intensa labor diplomática, y el primer ministro, el islamista moderado Recep Tayip Erdogan ha cobrado gran popularidad dentro y fuera de Turquía por sus suertes críticas a Israel. Tras el agrio debate de la cumbre de Davos con Simón Peres –que Erdogan abandonó airado- una gran multitud le recibió en el aeropuerto Atatürk de Estambul.Sin embargo, las entrañas del Estado Turco tienen una posición muy distinta, en particular su omnipresente ejército. La vinculación histórica de los aparatos fundamentales del estado –lo que ya se conoce en Turquía como el “Estado Profundo”- con los centros de poder del hegemonismo norteamericano está saliendo a relucir tras las investigaciones de la trama Ergenekon, en las que están siendo juzgadas más de 200 personas (entre ellas generales del Estado Mayor, jefes de policía, periodistas, etc..) acusadas de organizar una trama golpista contra el gobierno. El rumbo que está imprimiendo Erdogan a Turquía, alejándola cada vez más de la órbita norteamericana ha provocado desde 1997 distintas sacudidas castrenses. La valiente iniciativa de Maslum-Der a buen seguro que ha sido recibida con gesto agrio en los despachos militares de Ankara… y de Washington.