El Manantial es una de las películas más bellas y complejas dirigidas por el americano King Vidor. King Vidor es el director del amor, de la pasión, del amor fou, de los triángulos fatales. Poder y ambición, tensión sexual, erotismo, hombres libres y parásitos, todos estos elementos junto con la música de Max Steiner, la foto Robert Burks y los decorados de William Kuehl hacen de El Manantial un clásico.
Ambientada en New York y sus rascacielos, el Emire State y el Chrysler Building , Gary Cooper interpreta a Howard Roark, personaje inspirado en el arquitecto Frank Lloyd Wright. Roak es un creador, un hombre entero, lleno de ambición, que no quiere ceder a las presiones comerciales y mentiras, no quiere perder su integridad. Gary Cooper y Patricia Neal se enamoran en la tórrida escena de la cantera. La tensión sexual, el erotismo de la película y de su protagonista femenina burlaron a la censura americana.Vidor reflexiona sobre el poder, añora la América libertaria, la América de los pioneros, de los buscadores de oro. Retrata en sus personajes dos tipos de hombres, los hombres íntegros, los creadores, llenos de ambición que quieren dominar, conquistar la naturaleza, y los parásitos, que viven del trabajo de los demás y su ambición es dominar, conquistar a los hombres. El Manantial es un canto al hombre, a la ambición. Un hombre es un hombre frente al colectivismo donde los individuos desaparecen, son aplastados. Vidor desenmascara a los demagogos y jacobinos que no quieren hombres libres sino obedientes, sin ambición, eso es poder, y no el dólar, convertir a hombres en esclavos.