En Andalucía va a comenzar un tiempo apasionante de cambios en la política, las instituciones y puede que en el vigente modelo político de España. Un tiempo sin mayoría absolutas que obligan a la cultura de los pactos y a mayor control de la acción de gobierno por la oposición. Lo que será una positiva novedad en un país en el que los contrapoderes o la ‘separación de los poderes del Estado’ es solo virtual. Aunque, eso sí, del fin del bipartidismo que ahora comienza en el sur se desprenderá un halo de inestabilidad política que a los dirigentes políticos les tocará evitar.
Creyeron en el PSOE y sobre todo la presidenta andaluza Susana Díaz que el adelanto de las elecciones andaluzas y la ruptura de su pacto de gobierno con IU constituía una jugada maestra que tomaría por sorpresa a Podemos y al PP. Y que ello permitiría escenificar que el PSOE derrota fácilmente a los seguidores de Iglesias y Rajoy; que el bipartidismo seguía vivo; y que la presidenta andaluza es una líder en alza en Andalucía y a nivel nacional, mejorando sus resultados electorales. Pues todo apunta a que Susana Díaz y el PSOE se han equivocado porque aunque el PSOE gana se queda peor de cómo estaba sin apoyos suficientes para gobernar, salvo que pacte con el PP o con Podemos, y porque el bipartidismo se acabará en Andalucía.
Así desprende de la encuesta del CIS sobre los comicios de Andalucía, donde ha comenzado la campaña electoral que concluye el día 22 de marzo. Un sondeo en línea con otros publicados días atrás que: otorga al PSOE la victoria con un 34,7 % de votos (5 % menos que en 2012) y 44 escaños (tenía 47); seguido del PP que sufre un importante retroceso al lograr un 25,7 % de votos (tenía el 40 %) y 34 escaños (16 menos) con caída el 32 % de sus representantes. Y las novedades de la encuesta están en la irrupción de Podemos con el 19,2 % de votos y 22 escaños, así como con la aparición de Ciudadanos con 5 diputados y el 6,4 % de votos. Mientras IU se queda en el 6,6 % de votos con 4-5 escaños, perdiendo 7 u 8 de los 12 que tenía.
Principio del fin del bipartidismo, caída histórica del PSOE en su ‘cuartel de invierno’ y con dificultades para gobernar, y descalabro asombroso del PP y de su nuevo candidato Juanma Moreno Bonilla (el hombre impuesto por Arenas y Rajoy), que sufre un notable abandono de votantes hacia las filas de Ciudadanos y también de Podemos. Porque si el PP pierde 16 de sus escaños y Ciudadanos gana 5 ¿a dónde se han ido el resto de los votos del Partido Popular? Pues al PSOE o a Podemos.
Luego está la pérdida de casi el 50 % de los votos de IU en el beneficio de Podemos y la aparición de Ciudadanos, mientras UPyD se queda como un partido residual sin entrada en el parlamento andaluz, lo que puede resultar mortal para Rosa Díez en las elecciones municipales y autonómicas del 24 de mayo.
Sin embargo todavía falta por ver lo que da de sí la campaña electoral, porque podría darse el caso que la presencia en el sur de Pablo Iglesias y Albert Rivera aumentara el deterioro del bipartidismo en menoscabo del PSOE y del PP. Y que incluso eso hiciera subir el resultados de Podemos y Ciudadanos, porque esa es la tendencia que revela la serie de encuestas publicadas en los últimos días sobre las elecciones andaluzas, y lo que mas temen en los cuarteles del bipartidismo nacional.
Sobre todo porque el resultado de Andalucía va a marcar y mucho los que serán resultados de las elecciones municipales y autonómicas nacionales del mes de mayo. Que serán las que certifiquen el acta de defunción del modelo bipartidista camino de un ‘cuarteto’ al que se van a incorporar, ya desde Andalucía, Podemos y Ciudadanos. Y, si se confirma ese resultado en los comicios de mayo, en las elecciones generales de noviembre ello se convertirá en definitiva realidad. Máxime porque antes se celebrarán en Cataluña los comicios autonómicos de septiembre y en ellos Ciudadanos van a quedar por delante del PSOE-PSC y del PP, lo que los impulsará en la recta final nacional.