SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

¿Amigo de los empresarios?

Que Artur Mas se complicó la vida con su equivocada decisión de convocar elecciones, nadie lo duda. Ni en su propio partido. Ni supongo él mismo, que es persona inteligente. Un error lo tiene cualquiera. Si es de semejante magnitud un día u otro se paga, pero se comprende. Lo que quizás no empieza a comprenderse es la cadena de errores que Mas y CiU están cometiendo desde el mismo día de las elecciones. En efecto, este nuevo Govern plantea a CiU una grave confrontación con quienes han sido siempre sus aliados naturales: los empresarios. Frente al tripartito de izquierdas, CiU se presentó como un Govern «amigo de los empresarios», business friendly, en terminología anglosajona. Y así era: Artur Mas es un convencido liberal, también varios miembros de su Gabinete. Su política en los dos primeros años ha ido en este sentido: equilibrio presupuestario, rebaja del gasto social, privatización de empresas públicas, supresión de impuestos. Todo en pequeñas dosis, pero todo en esta línea: se trataba de crear un entorno favorable para inversiones y negocios. Los empresarios daban al Govern Mas un apoyo incondicional. A todo empresario le interesa estar a buenas con el poder político: de él puede recibir contratos, subvenciones, permisos, licencias y leyes que le favorezcan. Cuando este poder político le pide que eche una mano no suele negarle su ayuda. Así lo demostraron los empresarios catalanes en los últimos tiempos: apoyo al Estatut del 2006, rechazo de la sentencia del TC, incluso adhesión al pacto fiscal en la línea del concierto económico, esto último sin tener en cuenta que tal pacto fiscal formaba parte de un plan que debía conducir a la situación en que ahora nos encontramos. Así pues, hasta el Onze de Setembre pasado, el mundo de los negocios era firme partidario de Mas. Pero a partir de entonces, el president ha cometido dos graves errores. Primero, demostrar con hechos que la independencia iba en serio: anteayer mismo se aprobó crear un Consell per a la Transició Nacional. Segundo, no sólo pactar con ERC sino aceptar su programa económico y social: once nuevos tributos, intervencionismo económico, políticas de aumento del gasto. Encima, Lluís Recoder, el representante más significativo del ala moderada de CiU, abandona el Govern y la excusa de que es por razones personales nadie se la cree, menos aún tras el lío entre Acciona y Agbar por la adjudicación de Aigües Ter Llobregat. En definitiva, los empresarios están más que nerviosos, tanto los grandes como los pequeños. Han hecho cálculos y lo de la independencia les perjudica mucho. Han visto el programa económico y social del nuevo Govern y no lo reconocen como suyo, sino que lo ven como contrario a sus intereses. De «amigo de los empresarios» Artur Mas está pasando a ser el enemigo que batir.

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