Festivales

América vuelve a premiar al Cortometraje Español

El centro mundial del cine independiente, el festival de Sundance en la frí­a Utah, vuelve a reconocer el trabajo de un joven realizador español, recogiendo el testigo que dejó hace tres años Alex Pastor con La ruta natural, que se llevó en 2006 el premio al mejor cortometraje.

Chema García nació en Elche hace 28 años, es ex redactor ublicitario, y actualmente empleado del INEM, mientras sueña con dedicar su vida íntegramente a mirar desde detrás de una cámara. Este quizá haya sido el último escalón para conseguirlo. Su obra, El ataque de los robots de Nebulosa-5, es su segunda incursión en el mundo del cortometraje después de Miau, que no tuvo mucho éxito en los festivales españoles, pero sí a nivel internacional. Con ‘El ataque…’ ha logrado el reconocimiento del circuito festivalero de cortometrajes con numerosas selecciones y premios. Su carrera ha sido tal, que tuvo que plantearse una importante decisión en su vida: romper con su antiguo trabajo de redactor publicitario y dedicarse por completo a la distribución del corto. "La hago yo mismo, es un trabajo bestial, de descargarte las bases de los certámenes, hacer las copias en DVD y enviarlas por correo".La relación que el cine español que ha mantenido con Sundance ha sido “monopolizada” por el formato corto. Y en todos los casos ha servido como trampolín para nuestros jóvenes autores. Si el premio le valió a Alex Pastor para realizar su primer largometraje en Estados Unidos, el año pasado fue Nacho Vigalondo el que, en el mismo contexto, firmó un acuerdo de distribución con la United Artists, para su última película, Los Cronocrímenes.García se une ya a una larga lista de jóvenes, que utilizando el lenguaje del cortometraje, han logrado fuera de nuestras fronteras el reconocimiento que aquí se les negaba. Según Eduardo Chapero Jackson, que este año ha llegado a la ultima ronda de los Oscar con su corto Alumbramiento, “el cine está más vivo creativamente en el corto. El largometraje está más supeditado a intereses lógicos de mercado y, por ello, en ocasiones, se crea una dinámica más conservadora”.Con la consabida “crisis del cine Español” en boca de todos, resulta sorprendente que sean los jóvenes autores los que, manejando bajos presupuestos, se conviertan en embajadores del cine español en el mundo.

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