Ataques e intimidaciones a los periodistas que cubren el ataque a Gaza

Alumnos de Goebbles

La Federación Internacional de Periodistas (FIP) ha acusado a Israel de cometer «violaciones cí­nicas» de los derechos de los medios de comunicación. Durante los 10 primeros dí­as del conflicto, el bloqueo informativo para los periodistas internacionales ha sido hermético. Sólo a raí­z de una resolución judicial, los periodistas han podido acceder a la franja -eso sí­, «adosados» a las tropas israelí­es-.

La FIP ha denunciado también los ataques del ejército israelí contra los medios de comunicación árabes y alestinos. Un reportero de la cadena marroquí Al-Alam fue arrestado cuando intentaba entrar en Gaza, y las oficinas y vehículos de la cadena palestina Al-Aqsa fueron arrasadas en el segundo día de conflicto.Los medios internacionales han sido también objeto de intimidaciones y ataques por parte del Tsahal. El secretario general de la FIP, Aidan White, aseguró haber recibido informes que denuncian el acoso de los soldados israelíes a los medios que se encuentran en la franja y el control a los que intentan acceder. Según la federación, fuerzas israelíes han atacado en Gaza vehículos señalizados con distintivos de "prensa" o "televisión" y un reportero gráfico ha resultado herido. La prensa extranjera ha tenido que conformarse con seguir el conflicto desde las poblaciones hebreas del sur de Israel -Askhelon, Ashdod, Sderot-. La que la Asociación para la Prensa Extranjera de Israel y los Territorios Palestinos (AFP) interpuso una recurso ante la justicia israelí, que ganó. Pero mientras el Gobierno de Tel Aviv se daba un “plazo de reflexión”, pasaron varios días, y mientras tanto la asediada franja de Gaza estaba cerrada a cal y canto para ojos demasiado curiosos.Cuando la Corte Suprema de Israel dio un ultimátum, el gobierno de Olmert ya tenía pensada una solución. Los periodistas podrían entrar, pero sólo en un número de ocho –dos de los cuales serían escogidos por el propio ejército-, y sólo mientras estuvieran abiertos los cruces fronterizos –abren por la mañana y cierran por la tarde-, de forma que los periodistas tuvieran que ir adosados a las tropas hebreas. Aquellos periodistas que intentaron entrar en el sur de Gaza por el paso de Rafah, se encontraron que los soldados egipcios también les impedían el paso. Las informaciones se cubren principalmente vía telefónica, por contactos que la prensa tiene con habitantes de Gaza o con miembros de organizaciones internacionales. Los medios españoles se nutren de noticias a través del medio centenar de españoles que todavía permanece en la Franja.Como las tropas yanquis en Bagdad, el ejército israelí intenta perpetrar esa matanza con el menor número de testigos incómodos, pero la magnitud de la masacre, que ha puesto en pie a la opinión publica internacional, ha hecho prácticamente imposible sus pretensiones. Los ojos del planeta entero están puestos en la tragedia de Gaza.Mientras tanto, los medios de comunicación israelíes –salvo algunas excepciones-, se afanan en crear los climas de opinión necesarios para unir a la población en torno al ataque, justificando los argumentos de Olmert y minimizando –o ignorando- las víctimas palestinas. Los periódicos israelíes muestran su irritación con los medios de comunicación europeos por criticar la ofensiva contra Gaza, tachándolos de “antisemitas”, y demostrando así –al presentarse los victimarios como víctimas- que son alumnos aventajados… de Goebbles.

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