Recortar los gastos del estado

Altos cargos: grandes cargas

De las tres formas de inversión, gasto corriente, gasto de inversión y gasto social la tendencia actual es aumentar el gasto corriente al tiempo que se recorta la inversión y el gasto social. Es decir, cambiar drásticamente la tendencia aplicando una tijera en el gasto corriente para aumentar los otro dos.

Lo rimero que aparece a la hora de situar el problema del despilfarro en los gastos del estado, despilfarro que en su gran mayoría está localizado en el apartado de gastos de personal y gastos corrientes, es ¿dónde va el dinero público? Y aquí es donde resalta primero los privilegios de una casta funcionarial (o no) que son los altos cargos y consejeros y, en segundo lugar, la creación de los grandes monstruos autonómicos, auténticas administraciones del estado en manos de burguesías burocráticas que han creado unas redes clientelares enormes y que absorbe la gran mayoría del gasto público local. Tanto es así que tal perversidad como son las redes clientelares se disfraza como parapeto contra el paro del sector privado. Pero vayamos antes al tema de la redistribución del salario de los funcionarios.Gastos de personalEl crecimiento en gastos de personal ha acompañado en esta última década al crecimiento casi exponencial en el número de funcionarios, de empresas públicas y, de entre ellas, de las televisiones regionales. El 54,1% de los funcionarios de todas las administraciones es de las comunidades autónomas, que, por todos los conceptos, ya acumulan una deuda de 63.508 millones de euros. Sólo las televisiones regionales costaron el año pasado a los españoles 945 millones de euros. Según el Ministerio de Administraciones Públicas, desde 1999 el número total de funcionarios en el conjunto de las comunidades autónomas, incluyendo las universidades, ha pasado de 779.827 a 1.398.081, lo que supone un incremento del 80%. El número de empleados públicos de los municipios es de 540.847, con un crecimiento de personal en la última década del 7,1%, mientras que en los cabildos y diputaciones, hay 82.387 funcionarios, con un incremento del 22,47% desde 1999. Por el contrario, el número de funcionarios del Estado central se ha reducido un 36,71%, pasando en los últimos diez años de 887.205 a 561.551 (incluyendo a los contratados laborales). Defensa e Interior, junto a Justicia, representan el 72,3% del incremento de la masa salarial de los funcionarios de la Administración central. Desde 2005 se está produciendo un crecimiento constante por personal en las Fuerzas Armadas, debido a la política de profesionalización, y en las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, por la lucha contra el terrorismo. No todos son igualesSin embargo, no todos los funcionarios son iguales, y el recorte en los gastos implica en primer lugar una redistribución del sueldo de los altos cargos. En el conjunto de las Administraciones Públicas españolas existen unos 5.000 altos cargos (sin contar altos ejecutivos de empresas públicas) con una vida política media de cuatro años. Eso implica, de acuerdo a las leyes actuales que garantizan un sueldo vitalicio del nivel de director general una vez cesan en su cargo político, que la factura dedicada a altos cargos vaya subiendo…(sigue en "Los escalones de los altos cargos")

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