Almerí­a. El obispo con los inmigrantes

Alguien lo tení­a que decir

El Obispo de Almerí­a, Adolfo González, llama a la fraternidad con los inmigrantes. El Obispo plantea que en época de crisis no se puede olvidar la solidaridad verdadera y más siendo los inmigrantes los más perjudicados en estas convulsiones sociales. Así­ recuerda el clérigo la dinámica aportación de estos hispano americanos, marroquí­es, subsaharianos, eslavos… a la economí­a española y el hecho de que la caja de la seguridad social se haya mantenido gracias a ellos.

Pese a esorádicos brotes de violencia o mafias que trafican con seres humanos los inmigrantes no son una amenaza. Adolfo González plantea la fraternidad con los inmigrantes como forma de combatir la crisis. Estas declaraciones se merecen una valoración sobresaliente sin paliativo alguno. Ahora en plena crisis pocos medios recogen que en época de bonanza económica España necesito anualmente medio millón de trabajadores de origen extranjero para sostener su crecimiento productivo y el pago de las pensiones. Sin ellos la banca y los monopolios no hubieran ganado lo que ganaron. Sin ellos la construcción y la hostelería jamás hubiera sido lo mismo; sin ellos la agricultura se habría diezmado. Pero estas declaraciones son muy cualitativas por quien las dice, cuando y donde las dice. Las dice uno de los mayores representantes de la Iglesia española. La Iglesia Católica es la segunda organización más grande del país después del propio Estado al que estamos todos afiliados. Más de las tres cuartas parte de los ciudadanos españoles somos católicos y diez millones de personas van cada domingo a misa. Así que lo que opinen los católicos es muy importante. Y fortalece la unidad del pueblo que representantes católicos digan que los inmigrantes, incluidos no cristianos, han levantado también España. Esto es frente a los sectarismos laicos y cristianos. Lo dice cuando la propuesta de la socialdemocracia de Zapatero propone que los inmigrantes se vallan a su casa. Lo propone con mucho talante, como una alternativa frente al sufrimiento de millones de personas que no tienen trabajo, pero lo que hay en el fondo es que como los monopolios ya no les necesitan pues que se larguen. Y frente a esto tiene que ser un sacerdote el que diga: los inmigrantes nos han enriquecido, solidaridad con ellos. Y lo dice en Almería, una Región de España donde ya en épocas de bonanza había problemas de brotes violentos como el de El Egido. Donde hay zonas que hace años había tensiones y que las autoridades no han hecho nada por resolver en todo este tiempo. Inevitablemente estas tensiones en época de falta de trabajo y excedente de miseria se vá a multiplicar. En esta zona española con estas característica es casi una bendición que el máximo responsable de cientos de iglesias y sacerdotes almerienses diga los inmigrantes son nuestros hermanos por derecho propio. Y además en unirnos a ellos esta la salida a la crisis. Sobresaliente para el Obispo Adolfo González, esperamos que este mensaje se multiplique entre más sacerdotes de toda España pero también seria necesario que se extienda entre los ministros del socialismo español. Aprendan del Obispo menos “plan retorno voluntario” y más “obreros de todos los países uníos”.

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