«El líder de facto para dirigir la crisis de las 16 naciones de la zona euro, Berlín, no ha jugado un papel brillante en el último año. El estremecimiento alemán de la primavera pasada ayudó a elevar los costos de un rescate griego inevitable. Y la canciller alemana, Angela Merkel, ayudó a desencadenar la reciente crisis de la deuda de Irlanda.»
El rescate de los bancos es lo que ha quebrado al gobierno irlandés. ¿Y de dónde obtuvieron los bancos irlandeses los euros ara sus malas inversiones en primer lugar? De los bancos alemanes – por un valor de 226 mil millones de dólares. No recordamos un gran esfuerzo de Berlín para evitar este flujo especulativo mientras estaba sucediendo. Así que el plan de rescate para Irlanda es un rescate de los propios bancos alemanes no tan prudentes – al igual que lo fue el rescate griego, y los rescates portugués y español, en su caso, lo serán. La política alemana actual es una fórmula de austeridad creciente – austeridad que ya está alimentando el sentimiento político anti-alemán y anti-Unión Europea. Como señala acertadamente el Sr. Rompuy, la ruptura europea puede estar al final de ese peligroso camino. (THE WASHINGTON POST) LE MONDE.- Tras Grecia, es ahora Irlanda la que va a recibir la ayuda financiera de Europa y el FMI: el primer ministro hizo la petición oficial el domingo por un montante evaluado en torno a 90.000 millones de euros. Este dinero, además de los préstamos bilaterales acordados por Reino Unido y Suecia, será obtenido del Fondo europeo de estabilidad financiera (FESF), creado con urgencia la primavera pasada para poner fin a la crisis de la deuda griega y a as dudas sobre la viabilidad financiera de la zona euro. La creación de este fondo, dotado con 750 mil millones de euros en garantías, respondió a la necesidad de tranquilizar la situación de los países “periféricos” en dificultades, en el primer rango de los cuales están Grecia, Irlanda, Portugal y España. EEUU. The Washington Post Alemania no está libre de culpa en el lío del rescate europeo Hace unas dos semanas, el ministro de Finanzas alemán describía la política económica de EEUU como "sin ideas". No queremos sonar infantiles, pero después de un nuevo plan de rescate para un país europeo insolvente –cerca de 137 mil millones dólares para Irlanda– nos sentimos inclinados a preguntar: si Estados Unidos no tiene ni idea, ¿qué decir de Alemania? El líder de facto para dirigir la crisis de las 16 naciones de la zona euro, Berlín, no ha jugado un papel brillante en el último año. El estremecimiento alemán de la primavera pasada ayudó a elevar los costos de un rescate griego inevitable. Y la canciller alemana, Angela Merkel, ayudó a desencadenar la reciente crisis de la deuda de Irlanda al insistir en que el Tratado de la Unión Europea se revise para exigir que los acreedores paguen el costo de los rescates financieros después de 2013. Ahora, una crisis que estaba supuestamente contenida por el fondo de rescate conjunto de 1 billón de euros creado la primavera pasada, está de regreso – y amenaza a Portugal y España. El presidente de la UE Herman Van Rompuy ha advertido: "Si no sobrevive la zona euro, no sobrevivirá la Unión Europea." Alemania considera que todo esto es simple: si todos los países de la zona euro hubieran mantenido sus finanzas públicas en orden, como el tratado requiere –y como Alemania hace– no habría ningún problema. Es a la vez equivocado y contraproducente recompensar el mal comportamiento de Grecia y otros y a los especuladores que se lo permitieron. No debe haber planes de rescate, salvo a cambio de medidas de austeridad profundas que garanticen el fin del ciclo de la deuda. Obviamente, Berlín tiene razón en un punto: sobre todo, la utilización del euro por Grecia para ampliar su hinchado sector estatal y luego camuflarlo en las cuentas oficiales. Irlanda, sin embargo, es una historia más complicada. Aquí, el problema no es el despilfarro público, sino los préstamos bancarios privados para alimentar una burbuja inmobiliaria que estalló, el rescate de los bancos es lo que ha quebrado al gobierno irlandés. ¿Y de dónde obtuvieron los bancos irlandeses los euros para sus malas inversiones en primer lugar? De los bancos alemanes – por un valor de 226 mil millones de dólares. No recordamos un gran esfuerzo de Berlín para evitar este flujo especulativo mientras estaba sucediendo. Así que el plan de rescate para Irlanda es un rescate de los propios bancos alemanes no tan prudentes – al igual que lo fue el rescate griego, y los rescates portugués y español, en su caso, lo serán. Sí, es políticamente difícil pedir a los contribuyentes alemanes pagar la factura de sus vecinos. Pero nos gustaría que la Sra. Merkel y otros funcionarios de su país fueran más sinceros sobre las propias acciones de Alemania y su culpa por el hecho de que las exigencias de austeridad cargan a los contribuyentes y los trabajadores irlandeses – que, en general, no están tan bien como los alemanes. En su lugar, los funcionarios alemanes (y franceses) parecen dispuestos a explotar los problemas de Irlanda apuntando a su nivel más bajo en las tasas del impuesto de sociedades en Europa, 12,7 por ciento, un motor de crecimiento al que los países continentales de mayores impuestos se refieren como "depredador". Los rescates son necesarios en el corto plazo. Lo cual es, también, una forma de control financiero para los países más endeudados. Pero hará falta un plan serio para restablecer el crecimiento económico y convencer a los países de la periferia que permanecer en la zona euro está en su interés a largo plazo. Y no hay tal plan que pueda tener éxito a menos que Alemania cambie su propio modelo de crecimiento impulsado por las exportaciones, de modo que sus vecinos tengan una participación mayor de los mercados europeos a medida que aumenta su competitividad. La política alemana actual es una fórmula de austeridad creciente – austeridad que ya está alimentando el sentimiento político anti-alemán y anti-Unión Europea. Como señala acertadamente el Sr. Rompuy, la ruptura europea puede estar al final de ese peligroso camino. THE WASHINGTON POST. 22-11-2010 Francia. Le Monde De Grecia a Irlanda: las estrategias económicas ilusorias Michaël Szadkowski Tras Grecia, es ahora Irlanda la que va a recibir la ayuda financiera de Europa y el FMI: el primer ministro hizo la petición oficial el domingo por un montante evaluado en torno a 90.000 millones de euros. Este dinero, además de los préstamos bilaterales acordados por Reino Unido y Suecia, será obtenido del Fondo europeo de estabilidad financiera (FESF), creado con urgencia la primavera pasada para poner fin a la crisis de la deuda griega y a as dudas sobre la viabilidad financiera de la zona euro. La creación de este fondo, dotado con 750 mil millones de euros en garantías (repartidos entre la Comisión europea, los Estados europeos y el FMI), respondió a la necesidad de tranquilizar la situación de los países “periféricos” en dificultades, en el primer rango de los cuales están Grecia, Irlanda, Portugal y España. La situación irlandesa se inscribe en este contexto económico peligroso: incluso si estos países han llevado modelos de crecimiento diferentes, todos deben gestionar “estrategias macroeconómicas que han resultado ilusorias”, según Henri Sterdyniak del Observatorio francés de coyunturas económicas (OFCE). Modelos de crecimiento frágiles España e Irlanda han conocido una “evolución similar” desde el año 2000, según Francesco Saraceno, del OFCE. Sus finanzas públicas estaban “sanas antes de la crisis”, mientras que su crecimiento descansaba sobre sectores privados movidos por la especulación inmobiliaria y bancaria. En Irlanda, hasta 2007, la suma de los empréstitos inmobiliarios equivalía al 250% del PIB irlandés. Estos sectores han sido golpeados de lleno por el latigazo de la crisis de las subprime, provocando la caída de las economías más ligadas a la especulación y los activos tóxicos (…) La burbuja inmobiliaria que ha explotado en España ha dejado por su parte cerca de 325 mil millones de euros de deudas en e sector, a principios de 2010. Estos países “se han revelado desnudos” Portugal y Grecia, por su parte, han pagado los vidrios rotos de sus muchos años de “comportamiento irresponsable” en lo concerniente al presupuesto nacional, explica Francesco Saraceno. Portugal, según él, ha “sobregastado largamente sobre el fondo de una crecimiento débil a fin de estimular el consumo interior”: el país fue el primero que, en 2001, debió someterse a una política de reducción del déficit exigida por la Unión Europea (…) Todo esto sin haber conseguido modernizar el sector textil, duramente castigado por la competencia asiática a nivel mundial. En el pasado, Grecia, por su parte, maquilló deliberadamente su gestión de las cuentas públicas, basándose en sectores relativamente maduros (inmobiliario, turismo,…) y en la introducción del euro para dopar el crecimiento a cerca de un 4% por año entre 200 y 2007. En el momento de la crisis financiera, estos países “han revelado estar totalmente desnudos” resume Henri Sterdyniak: “conocieron el éxito, sin tener necesidad de crear una economía fundada sobre la exportación. Salvo en Irlanda; pero la situación, por debajo, estaba falseada por las tasas muy bajas del impuesto de sociedades, fijado en el 125%, que ha atraído al máximo de multinacionales a las puertas de Europa”, las primeras de todas las de los sectores de alta tecnología. Drásticas medidas de austeridad en respuesta Como reacción, para recuperar los excesos de los años de fastos y evitar que los empréstitos destinados al relanzamiento y a salvar los sectores en quiebra no cuesten demasiado caros, los gobiernos se han lanzado uno a uno en severas políticas de austeridad. Los planes votados por los gobiernos prevén 50.000 millones de euros de ahorro en España, 30.000 en Grecia, y hasta 15.000 en cuatro años en Irlanda (…) Esto ha debido complementarse con otras medidas apremiantes para la economía nacional: el Estado irlandés, por ejemplo, anunció en septiembre de 2008 que garantizaría los depósitos bancarios y anunció varios planes costosos para ayudar al sector. Esto no fue suficiente para apaciguar las preocupaciones de los mercados financieros: la intervención de la garantía financiera europea se ha convertido en una red de seguridad "obligatoria" para Francesco Saraceno de la OFCE, especialmente desde que los mercados han seguido tirando hacia arriba los tipos de interés, preocupados por la capacidad de pago de estos Estados. "Se está pagando el precio por la falta de gobernanza económica europea, que habría evitado las malas decisiones macroeconómicas, en la actualidad catastróficas". Los planes de rigor penalizan el desarrollo de los sectores permanentes Pues más allá de la crisis de la deuda, las políticas de austeridad llegan "en el peor momento ", según el economista, “porque penalizan duramente el único motor eficaz del crecimiento en este momento, es decir, la reactivación de la demanda interna”. La austeridad también cuestiona los gastos públicos y los esfuerzos industriales necesarios para el desarrollo de sectores nacionales en los que puede basarse "una recuperación económica efectiva y el desarrollo de una competencia todavía demasiado débil", dice Henry Sterdyniak: "el textil en Portugal, las nuevas tecnologías en Irlanda, el sector agro-alimentario para España y Grecia. " "Irlanda, como cada país tiene sus particularidades, por supuesto, continúa Francisco Saraceno. Ella ha llevado a cabo reformas estructurales, tiene unos costes laborales mucho más bajos en comparación a España o Grecia, y no podría ser más atractiva debido a sus tasas impositivas muy ventajosa para las empresas." Esto explica por qué las inversiones de empresas extranjeras siguen fluyendo a Irlanda. "Pero sus cualidades son también un problema porque no está claro cómo los irlandeses podrían crear nuevas líneas de crecimiento en este frente, con dinero que no dediquen a la devolución de la deuda. Y en cuanto al fondo, el país sigue asustando a los mercados, especialmente debido al peso de su modelo de crecimiento mal manejado ", concluye Francisco Saraceno. Esto también es válido para Portugal y España, incluyendo las estrategias de crecimiento, los planes de austeridad y las situaciones presupuestarias actuales, así como la falta de apoyo a los sectores que podrían crear una fuerte base económica, los hacen posibles candidatos para los fondos de ayuda internacional. Y esto incluso si, como no dejan de hacer valer sus líderes, portugueses y españoles tiene que hacer frente a desafíos nacionales "muy diferentes" a los de Grecia e Irlanda. LE MONDE. 23-11-2010