Alemania contra Europa

«A principios de este año, cuando Alemania todaví­a se negaba a participar en el plan de rescate, el periódico de mayor circulación del paí­s, el Bild, sugirió que Grecia deberí­a vender la Acrópolis para pagar a sus acreedores en el mercado de bonos. (Se estima que el monumento podrí­a aportar 140 mil millones de dólares.) Un alto miembro del partido de la canciller, Angela Merkel, propuso la subasta de algunas de las islas del mar Egeo de Grecia. Mientras tanto, una encuesta del Bild mostraba que la mayorí­a de los alemanes están a favor de expulsar a Grecia del euro.»

En lugar de comrometerse a gastar más, Alemania está preparando un programa de varios años de profundos recortes en el gasto. Habida cuenta de su turbulenta historia, podemos comprender su temor de aumentar el déficit y la inflación. Pero en este momento, más austeridad alemana puede paralizar la naciente recuperación de Europa y la propia prosperidad de Alemania. Esa es otra dura realidad que la señora Merkel necesita explicar a su partido y a su país. (THE NEW YORK TIMES) FINANCIAL TIMES.- En occidente, todo el mundo conoce la fábula de la cigarra y la hormiga. Sin embargo, la vida es más compleja que la fábula de Esopo. En la actualidad, las hormigas son Alemania, China y Japón, mientras que las cigarras son EEUU, Reino Unido, Grecia, Irlanda y España. Las hormigas producen atractivos artículos que las cigarras quieren comprar. Estas últimas preguntan a las primeras si quieren algo a cambio. “No”, responden las hormigas. “No tenéis nada que queramos, excepto, tal vez, un sitio junto al mar. Os prestaremos el dinero. De ese modo, vosotros disfrutáis de nuestros productos y nosotros acumulamos reservas”. THE WALL STREET JOURNAL.- El Gobierno de España aprobó el jueves el decreto-ley que incluye las medidas de recorte del gasto de 15.000 millones de euros adicionales para este año y el próximo en una votación muy ajustada. El presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha sido sometido a una fuerte presión internacional para acelerar los esfuerzos de recorte del déficit del país e impulsar la confianza de los inversores. La medida fue aprobada por tan solo un voto de diferencia, señal del daño político que la crisis económica y fiscal española está teniendo para el gobierno de Zapatero. EEUU. The New York Times Alemania frente a Europa El compromiso de Alemania con la Unión Europea ha sido fundamental para su rehabilitación de posguerra y su éxito económico. Durante años, Alemania ha jugado en Europa el papel que Estados Unidos juega con tanta frecuencia a nivel mundial – la locomotora cuyo dinamismo y demanda ayuda a dar la vuelta a las recesiones antes de que caigan en profundas depresiones. Ahora, en el peor momento posible, Alemania se está volviendo hacia las ilusiones nacionalistas. Los pasados éxitos económicos de Europa son vistos como éxitos alemanes. Los profundos problemas actuales de Europa son de todos los demás, excepto de Alemania. Esto no es ni realista ni sostenible. Pero los políticos y los comentaristas alemanes alimentan cruel y auto-destructivamente estas ideas. A principios de este año, cuando Alemania todavía se negaba a participar en el plan de rescate, el periódico de mayor circulación del país, el Bild, sugirió que Grecia debería vender la Acrópolis para pagar a sus acreedores en el mercado de bonos. (Se estima que el monumento podría aportar 140 mil millones de dólares.) Un alto miembro del partido de la canciller, Angela Merkel, propuso la subasta de algunas de las islas del mar Egeo de Grecia. Mientras tanto, una encuesta del Bild mostraba que la mayoría de los alemanes están a favor de expulsar a Grecia del euro. Durante un período de tiempo tras la reunificación, Alemania ha tomado difíciles decisiones, necesarias para restablecer su competitividad y reactivar el crecimiento. Como resultado, se está desenvolviendo mucho mejor que el resto de Europa, con un bajo déficit fiscal y fuertes excedentes de exportación. Pero su economía dependiente de las exportaciones farfullaría si los consumidores europeos –sus principales clientes– no pudieran darse el lujo de comprar sus productos. Los bancos alemanes prestaron miles de millones a Grecia y otros países europeos con problemas. Si las cosas no se arreglan rápidamente, estos préstamos pueden ser sólo papeles. Alemania también ha contribuido menos de lo que le corresponde al estímulo global, prefiriendo viajar gratis en los gastos de estímulo estadounidense y chino. Y el problema de fondo del euro –la falta de una política fiscal aplicable a todos, lo que permitió a Grecia y los demás acumular un déficit que no podían permitirse– es responsabilidad de todos los creadores del euro, y entre ellos Alemania de forma prominente. Los alemanes no están ansiosos por oír esa parte menos favorecedora de la historia, y sus líderes no están ansiosos por contársela. Durante meses, la señora Merkel resistió todos los llamamientos –hechos por otros líderes europeos y Washington– para comportarse como el líder de Europa. Cuando Alemania finalmente accedió a contribuir al fondo de rescate –bajo la amenaza de un crash en todo el continente– los problemas económicos de Europa estaban mucho peor, y Alemania y otros tuvieron que poner mucho más dinero. Las economías más problemáticas de Europa hoy –Grecia, España, Portugal e Italia– tienen mucha responsabilidad en este desastre. Se pasaron profusamente durante la burbuja. No fueron capaces de reformar sus rígidos e ineficaces mercados laborales y contener sus costes salariales cada vez menos competitivos. El resto de Europa, incluyendo Alemania, debería haber exigido ajustes anteriormente, pero no lo hicieron. Como la devaluación no es una opción para los miembros del euro, los países europeos de alto déficit se han visto obligados a aumentar sus elevados impuestos y hacer profundos recortes de gastos para poner sus déficits bajo control y calmar a los mercados de bonos. Necesarios como son, estos recortes también conllevan un riesgo muy alto de hundir al continente en una profunda recesión este año, a menos que Alemania lo compense con un agresivo estímulo por su cuenta. Esperamos que el secretario del Tesoro, Timothy Geithner, lo recordará a las autoridades alemanas durante su visita a Berlín el jueves. En lugar de comprometerse a gastar más, Alemania está preparando un programa de varios años de profundos recortes en el gasto. Habida cuenta de su turbulenta historia, podemos comprender su temor de aumentar el déficit y la inflación. Pero en este momento, más austeridad alemana puede paralizar la naciente recuperación de Europa y la propia prosperidad de Alemania. Esa es otra dura realidad que la señora Merkel necesita explicar a su partido y a su país. THE NEW YORK TIMES. 27-5-2010 Inglaterra. Financial Times La cigarra y la hormiga, una fábula moderna Martin Wolff En occidente, todo el mundo conoce la fábula de la cigarra y la hormiga. La cigarra es perezosa y se pasa el verano cantando, mientras que la hormiga acumula alimentos para el invierno. Cuando llega el frío, la cigarra suplica comida a la hormiga. La hormiga se niega y la cigarra muere de hambre. ¿Cuál es la moraleja de esta historia? La holgazanería genera miseria. Sin embargo, la vida es más compleja que la fábula de Esopo. En la actualidad, las hormigas son Alemania, China y Japón, mientras que las cigarras son EEUU, Reino Unido, Grecia, Irlanda y España. Las hormigas producen atractivos artículos que las cigarras quieren comprar. Estas últimas preguntan a las primeras si quieren algo a cambio. “No”, responden las hormigas. “No tenéis nada que queramos, excepto, tal vez, un sitio junto al mar. Os prestaremos el dinero. De ese modo, vosotros disfrutáis de nuestros productos y nosotros acumulamos reservas”. Las hormigas y las cigarras son felices. Las hormigas, frugales y prudentes, depositan sus excedentes de beneficios en bancos supuestamente sanos, que vuelven a conceder préstamos a las cigarras. Estas, por su parte, no necesitan fabricar nada, ya que las hormigas se lo proporcionan a precios muy baratos. Pero las hormigas no les venden casas, centros comerciales ni oficinas. Así que las cigarras los construyen. Incluso piden a las hormigas que vengan a hacer el trabajo. Las cigarras se encuentran con que el dinero que fluye hace que aumente el precio del suelo. Así que solicitan más créditos, y construyen y gastan más. Las hormigas se fijan en la prosperidad de las colonias de cigarras y les dicen a sus banqueros: “Conceded aún más préstamos a las cigarras, ya que nosotras no queremos solicitar créditos”. Las hormigas destacan más en la elaboración de productos reales que en la evaluación de los financieros. Así que las cigarras descubren formas más inteligentes de empaquetar sus créditos en atractivos activos para los bancos de las hormigas. Ahora, el hormiguero alemán se asemeja mucho a algunas pequeñas colonias de cigarras. Las hormigas alemanas dicen: “Queremos ser amigos. Así que, ¿por qué no usamos todos el mismo dinero? Pero, primero, tenéis que prometer comportaros como hormigas para siempre”. Por lo que las cigarras tienen que pasar una prueba: comportarse como hormigas durante unos años. Las cigarras lo hacen y, entonces, se les permite adoptar el dinero europeo. Todos están felices durante un tiempo. Las hormigas alemanas ven los créditos que han concedido a las cigarras y se sienten ricas. Entretanto, en las colonias de cigarras, sus gobiernos observan sus saneadas cuentas y dicen: “Mirad, cumplimos mejor las normas fiscales que las hormigas”. Las hormigas encuentran este hecho embarazoso, por lo que no dicen nada de que los salarios y los precios estén subiendo con rapidez en las colonias de cigarras, lo que encarece sus productos, al tiempo que reduce la carga real de interés, con lo que se estimula aún más la solicitud de créditos y la construcción. Las sabias hormigas alemanas insisten en que “no se puede crecer a ese ritmo de forma indefinida”. El precio del suelo en las colonias de cigarras toca finalmente techo. Como era de prever, los bancos de las hormigas se ponen nerviosos y piden que se les devuelva su dinero. Así que las cigarras se ven obligadas a vender. Esto provoca una cadena de quiebras. También detiene la construcción en las colonias de cigarras y el gasto de estas en los productos de las hormigas. Se destruyen puestos de trabajo tanto en las colonias de cigarras como en los hormigueros, y el déficit fiscal se dispara, especialmente en las colonias de cigarras. Las hormigas alemanas se dan cuenta de que sus reservas de dinero no tienen mucho valor ya que las cigarras no pueden ofrecerles nada que deseen, excepto viviendas baratas en zonas con mucho sol. Los bancos de las hormigas se ven obligados a soportar las pérdidas derivadas de los créditos incobrables o a convencer a los gobiernos de las hormigas de que den aún más dinero a las colonias de cigarras. Estos gobiernos tienen miedo a admitir que han permitido que sus bancos pierdan el dinero de las hormigas. Así que prefieren la última opción, llamada “rescate”. Entretanto, ordenan a los gobiernos de las cigarras que suban los impuestos y reduzcan el gasto. “Ahora”, dicen, “es cuando realmente tenéis que comportaros como hormigas”. Así que las colonias de cigarras entran en una profunda recesión. Pero las cigarras siguen sin poder fabricar nada que las hormigas quieran comprar, porque no saben cómo hacerlo. Como ya no pueden solicitar créditos para comprar productos de las hormigas, las cigarras pasan hambre. Las hormigas alemanas finalmente sufren pérdidas a consecuencia de los créditos a las cigarras. Pero, sin que hayan aprendido mucho de esta experiencia, venden sus productos en otras regiones, a cambio de más deuda todavía. Mientras esto sucede, en el resto del mundo existen otros hormigueros. Asia, en particular, está llena de ellos. Existe un rico hormiguero, bastante similar a Alemania, llamado Japón. Hay, igualmente, uno inmenso, aunque más pequeño, cuyo nombre es China. También ellos quieren enriquecerse vendiendo productos a las cigarras a bajos precios y dando créditos a sus colonias. El hormiguero chino incluso fija el precio de su divisa en un nivel que garantice el bajo precio de sus productos. Afortunadamente, para los asiáticos, o al menos así lo parece, existe una colonia de cigarras muy grande, y extremadamente diligente, llamada EEUU. De hecho, lo único que permite saber que es una colonia de cigarras es su lema: “Confiamos en el consumo”. Los hormigueros asiáticos desarrollan una relación con EEUU similar a la de Alemania con sus vecinos. Las hormigas asiáticas acumulan montañas de deuda de las cigarras y se sienten ricas. Sin embargo, existe una diferencia. Cuando la crisis llega a EEUU, y los hogares dejan de solicitar créditos y de gastar y el déficit fiscal estalla, el Gobierno no se dice: “Esto es peligroso, tenemos que reducir el gasto”. Lo que dice en su lugar es: “Tenemos que gastar aún más, para que la economía siga funcionando”. Así que el déficit fiscal se hace inmenso. Esto pone nerviosos a los asiáticos. Así que, el líder del hormiguero de China advierte a EEUU: “Nosotros, vuestros acreedores, insistimos en que dejéis de solicitar préstamos, al igual que están haciendo las cigarras europeas”. El líder de la colonia estadounidense se ríe: “No os pedimos que nos prestaseis este dinero. De hecho, os avisamos de que era una locura. Vamos a garantizar que las cigarras estadounidenses tienen empleo. Si no queréis darnos dinero, subid el valor de vuestra divisa. Entonces fabricaremos lo que solíamos comprar y ya no tendréis que darnos más créditos”. Así que EEUU enseña a los acreedores la lección de un sabio ya fallecido: “Si debes a tu banco 100 dólares, tienes un problema; pero si le debes 100 millones de dólares, el problema lo tiene él”. El líder chino no quiere admitir que la inmensa pila de deuda estadounidense de su hormiguero no va a valer lo que cuesta, y los chinos también quieren seguir fabricando productos baratos para los extranjeros. Así que, China decide adquirir aún más deuda americana, después de todo. Pero, décadas después, los chinos dicen finalmente a los estadounidenses: “Ahora nos gustaría que nos dierais productos a cambio de vuestra deuda”. Acto seguido, las cigarras estadounidenses se echan a reír y reducen de inmediato el valor de la deuda. Los ahorros de las hormigas pierden entonces valor y algunas de ellas mueren de hambre. ¿Cuál es la moraleja de esta fábula? Si quieres acumular una riqueza duradera, no des créditos a las cigarras. FINANCIAL TIMES. 27-5-2010 EEUU. The Wall Street Journal España aprueba recorte de gastos por 15.000 millones de euros Jonathan House El Gobierno de España aprobó el jueves el decreto-ley que incluye las medidas de recorte del gasto de 15.000 millones de euros adicionales para este año y el próximo en una votación muy ajustada. Después de que la crisis financiera de Grecia se extendiera a España y otros países, el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, ha sido sometido a una fuerte presión internacional para acelerar los esfuerzos de recorte del déficit del país e impulsar la confianza de los inversores. La medida fue aprobada por tan solo un voto de diferencia, señal del daño político que la crisis económica y fiscal española está teniendo para el gobierno de Zapatero. El partido socialista de Zapatero votó a favor del recorte, pero todos los demás grupos parlamentarios votaron en contra o se abstuvieron. El déficit de España alcanzó el 11,2% del PIB en 2009, más de tres veces superior al límite del 3% del PIB fijado para los países de la eurozona. El Gobierno explicó que las nuevas medidas presupuestarias le permitirán recortar el déficit hasta el 9,3% del PIB este año y hasta el 6,5% en 2011. El euro ha sufrido por las informaciones sobre los problemas financieros en la zona euro. La divisa única cayó después de que The Wall Street Journal informara de que el banco español BBVA podría tener dificultades para financiar una emisión de US$1.000 millones, lo que arroja nuevos temores sobre el acceso a la liquidez del sistema bancario español. Además, la información de Financial Times –sin citar fuentes– de que China iba a reunirse con banqueros internacionales para tratar sobre la deuda de la zona euro, también pesó sobre el euro, dijeron los analistas. THE WALL STREET JOURNAL. 27-5-2010

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