Cargando...Después de los últimos meses de tensión, representantes de las dos principales facciones palestinas enfrentadas, los nacionalistas e Al Fatah y los islamistas de Hamás, iniciaron en la capital egipcia una sexta ronda de negociaciones, con el norte en la reconciliación y la formación de un gobierno de unidad nacional.
Las negociaciones emezaron tratando el espinoso tema de la liberación de los presos políticos que cada facción tiene de la otra. Ante el fracaso de la anterior comisión mixta, ambos partidos habían acordado enviar a nuevos negociadores de mayor rango: la delegación de Al Fatah está encabezada por Ahmed Qurea, miembro del comité central del partido, y la de Hamas por su número dos, Musa Abu Marzuk. Esto expresa –a pesar de lo zigzagueante del proceso de reconciliación, repleto de avances y retrocesos, de concesiones y de cruces de acusaciones- la voluntad de ambas facciones palestinas de alcanzar un mayor grado de unidad, conscientes de la grave amenaza que supone para la causa palestina un gobierno de extrema derecha como el de Netanyahu.La importancia de este primer escollo en la reconciliación nacional era señalada por uno de los dirigentes de Hamas presentes en El Cairo, Mahmud Al Zahar, que advirtió que "el asunto de la reconciliación no se va a solucionar hasta que se resuelva el tema de las detenciones políticas." Hamás denunciaba el miércoles pasado el arresto de un centenar de sus militantes en Cisjordania por las Fuerzas de seguridad de la ANP, leales a Fatah.Pero no es el único obstáculo, ni el más difícil de franquear. Otro punto de rozamiento es la nueva ley electoral que quieren acordar ambos. Mientras que Al Fatah propone que el porcentaje de voto para poder acceder al parlamento palestino sea del 1,5%, Hamás quiere el 8%. No es baladí. Un porcentaje mayor dejaría fuera a gran parte de los pequeños partidos de la OLP aliados con Fatah, dejando más escaños para los dos grandes partidos y reforzando la influencia de los islamistas. Se estudia una fórmula intermedia del 3%.Otra tema sumamente delicado es las fuerzas de seguridad en la franja de Gaza, controlada por Hamás. Fatah y la diplomacia egipcia buscan crear una fuerza conjunta de ambos partidos, compuesta por unos 10.000 efectivos, que se haga cargo de las fronteras de Gaza y de su interior. Hamás está de acuerdo en la fuerza mixta, pero rechaza de plano que policías de Fatah tengan acceso al interior de la franja. La policía mixta –dicen los islamistas- podrá controlar las fronteras, pero el interior de la franja seguirá de momento bajo la jurisdicción única de Hamás.