Bulgaria detiene al ex primer ministro kosovar Agim í‡eku

Agim í‡eku, un Milosevic… de Washington

En cumplimiento de una orden de Interpol, las autoridades búlgaras retiene desde el martes a Agim í‡eku, el que fuera primer ministro de Kosovo y comandante de el Ejercito de Liberación de Kosovo (Uí‡K) a finales de los 90. Serbia acusa a í‡eku de ser responsable del exterminio de 669 serbo-kosovares y de otras 18 personas no kosovares en 1999. Aunque sigue arrestado, no está nada claro su entrega a Interpol y a las autoridades serbias. No es la primera vez que í‡eku y otros de su calaña son detenidos y luego puestos en libertad. La tácita protección de Washington a los dirigentes de la Uí‡K les ha librado del destino de Milosevic y otros genocidas de los Balcanes.

Diana Yankulova, ortavoz del Ministerio del Interior búlgaro, explicó que Çeku fue detenido el mediodía del martes en la localidad fronterizadeGyueshevo, en cumplimiento de una orden dictada por Interpol a interpelación Serbia. Çeku fue recientemente expulsado de Colombia por las autoridades. Sin embargo, ni Colombia, ni de momento Bulgaria –países que, siguiendo la estela de Washington, han reconocido la independencia de Kosovo- han entregado a Çeku a la Interpol. El presunto genocida también acabó yéndose de rositas cuando fue retenido por las autoridades de Eslovenia y Hungría. El portavoz del gobierno de Pristina, Memli Kranisi, aseguró que las autoridades de Kosovo están en contacto con Bulgaria y esperan que Çeku sea liberado en las próximas horas.Tampoco es el primer líder kosovar que goza de una bochornosa impunidad. El presidente kosovar, Hashim Thaçi –apodado “el serpiente” en sus años al frente de la UÇK, y acusado de la muerte de miles de serbios- también fue arrestado en Hungría hace años, pero fue puesto de patitas en la calle horas después. El Ejército de Liberación de Kosovo, financiado, armado y entrenado por la CIA, perpetró terribles limpiezas étnicas entre los serbios de Kosovo entre 1998 y 1999, tan cruentos y sanguinarios como los perpetrados por Milosevic contra la población albano-kosovar o la bosnia. Kosovo –presidido hoy por “el serpiente”- es hoy un protectorado militar norteamericano, hasta tal punto que alberga la base de Camp Bondsteel, la mayor base militar estadounidense en el extranjero. Esa es la independencia y soberanía que conquistó la UÇK a golpe de limpieza étnica, ése es su servicio a la superpotencia. Por eso, genocidas como Çeku o Thaçi gozan de semejante impunidad.

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