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Advertencia de Bruselas a España pero sin sanción

A la Comisión Euroea no le basta con las reformas aplicadas en España en el último año y medio, exige más y, como medida previa a un expediente, dará un toque de atención al Gobierno. Precisamente, ayer, fuentes comunitarias filtraron que Bruselas podría sancionar a España por sus desequilibrios macroeconómicos, aunque horas después el portavoz de Asuntos Económicos, Simon O’Connor, negó que se vaya a poner bajo vigilancia al país.El comisario de Economía europeo, Olli Rehn, expondrá el próximo 29 de mayo sus recomendaciones macroeconómicas por países. Será como un examen para socios de media Europa que tienen deberes pendientes de aprobación por parte de Bruselas, siendo España y Eslovenia los dos países que presentan más desequilibrios y que, por tanto, están más controlados por la Comisión. Es más, ésta estudia los planes de reformas presentados por ambos.España remitió el suyo «a tiempo», según se recordó ayer en la capital comunitaria y, tras un primer vistazo, Rehn constató el pasado lunes, al término de la reunión del Eurogrupo, que el Gobierno «ha puesto en marcha el marco adecuado para superar la crisis con un programa proporcionado a tiempo, que refleja un equilibrio razonable, y más si se tiene en cuenta la actual situación».El del Eurogrupo fue un espaldarazo en toda regla a las propuestas de Moncloa, pero ese mensaje, con una intensidad alabadora que no se recordaba en España desde tiempos anteriores a la crisis, se tiene que confirmar dentro de dos semanas. Sin embargo, Bruselas es especialista en engañar a las apariencias y acostumbra a disfrazar su férrea política con buenas palabras.El programa de reformas presentado por el Gobierno carece de varias de las peticiones que la CE ha hecho en sus anteriores recomendaciones económicas, y la ignorancia de su cumplimiento conllevará un toque de atención. La falta de estímulos para la creación de empleo, con una reforma laboral que todavía está a medias a ojos de Bruselas, así como las deficiencias en política energética y los problemas para frenar el endeudamiento, no se resolverán con el nuevo paquete de medidas. Tampoco se han tocado las pensiones y la reforma de las administraciones públicas sigue siendo un tabú.Sin embargo, el toque de atención y el seguimiento especial de la evolución de España no se traducirán en un expediente sancionador. Las informaciones que apuntan hacia esta posibilidad «no son precisas», explicaron ayer a este diario fuentes comunitarias. Más contundentes fueron las fuentes del Ministerio de Economía consultadas, que descartaron esta hipótesis. Entienden que sería un mensaje contradictorio por parte de Bruselas, tras la avalancha de medidas puestas en marcha por el Gobierno. En el caso esloveno, tampoco es probable una sanción a su recién estrenado Ejecutivo.Lo que sí dejan claro en Bruselas es que los esfuerzos todavía no han terminado. El margen de dos años para cumplir los objetivos de déficit no conllevará una relajación de la agenda reformista. La ampliación del plazo se deberá a que España pone en marcha medidas que deberían ser más efectivas, pero que no dan los frutos deseados debido a la coyuntura económica actual. Por tanto, se dará más tiempo para que las reformas se implementen y surtan el efecto deseado, y también para eludir las sanciones previstas en los procedimientos por déficit excesivo.El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, aseguró ayer en Bruselas que no existen «razones objetivas» para que la Comisión Europea pueda poner bajo vigilancia a España.Según García-Margallo, el programa español «ha sido magníficamente recibido» con un mensaje que «anima al Gobierno a seguir con su proceso de reformas» y recordó que «entre los 11 desequilibrios macroeconómicos examinados, España avanza prácticamente en todos».

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