La subida general de impuestos grava las rentas del trabajo, el consumo y el ahorro

Acoso fiscal a los trabajadores y las pymes

La única alternativa que se le ha ocurrido a Zapatero para tapar el agujero creado por él mismo en las cuentas públicas (50.000 millones de euros, el 10% del PIB a final de año) es una subida general de impuestos que pagaremos todos.

Y or eso pretende confundirnos. Primero haciéndonos creer que sólo era una “subida de impuestos para los ricos”. Y ahora, cuando ya avisan de que van a subir tanto los impuestos directos como indirectos, diciendo que la subida de impuestos será “parcial y limitada”. La realidad es que estamos ante una subida general de impuestos que puede suponer hasta 1.000 euros al año por término medio para más de 15 millones de familias. Un auténtico atraco fiscal para el conjunto del país que recaerá especialmente sobre las clases populares y las pequeñas y medianas empresas, que son además las más castigadas por la crisis. Hace dos años estalló la crisis y Zapatero trató de “antipatriotas” a quienes alertábamos de la gravedad de lo que se nos venía encima. Y ahora tacha de “insolidarios” a quienes denunciamos la subida generalizada de impuestos.¿Pero es como dice Zapatero un ejercicio de solidaridad para mantener los gastos sociales generados por la crisis, como los 420 euros para los parados o que suban las pensiones mínimas; y una medida para que paguen los ricos?Basta echar cuentas a los números del déficit para ver que las medidas sociales de Zapatero contra la crisis sólo incrementan el déficit entre un 3% y un 5%. El grueso del déficit público está provocado por los gigantescos planes de rescate aprobados para salvar las cuentas de los bancos y cajas (340.000 millones de euros) o pagar 15.000 millones a las eléctricas por el supuesto “déficit tarifario”. Por eso hay un agujero insoportable: más del 45% del déficit está provocado por el rescate de la banca y las eléctricas. Así que si Zapatero sube los impuestos no es para garantizar las prestaciones sociales sino para obligarnos a todos a pagar el rescate de la banca. La prueba del algodón Igual que el famoso anuncio, Zapatero no resiste “la prueba del algodón” que supone bajar a los números para ver si lo que dice se corresponde con la realidad.“El algodón no engaña” y el discurso de que “van a pagar los ricos” tampoco aguanta. Basta ver en qué va a consistir la subida de impuestos que pretende el gobierno para darnos cuenta que la subida de impuestos no va a salir de “los ricos” sino del bolsillo de todos nosotros, de las rentas del trabajo, de la cesta de la compra, de las gasolinas, del ahorro de millones de familias y de los modestos capitales de las pymes.-Se elimina la deducción de los 400 euros del IRPF que se inventó ZP para las elecciones de 2008. Zapatero prometió que no tocaría los impuestos a las rentas del trabajo, pero en los hechos esta medida supone una subida encubierta del IRPF para las rentas del trabajo. ZP lograría 5.000 ò 6.000 millones de euros a costa de unos 16 millones de trabajadores asalariados.-La subida de los impuestos indirectos (IVA, impuestos especiales…) va a repercutir directa y brutalmente sobre los bolsillos de las clases trabajadoras y las pymes. Una subida de dos puntos sobre el tipo de IVA ordinario (pasaría del 16% al 18%) encarecerá la cesta de la compra y los costes de las pymes. Volverán a subir los impuestos sobre el alcohol, el tabaco y las gasolinas que ya subieron en julio pasado. La nueva subida de las gasolinas podría suponer otros 15 céntimos por litro. Por cada punto del IVA el gobierno pretende recaudar 5.000 millones de euros más. En conjunto la subida de impuestos indirectos puede llegar a sacar 13.000 millones de euros de los bolsillos de las clases populares, rentas medias y bajas de la población, ya que de estos impuestos no se libra nadie: trabajadores asalariados, autónomos, profesionales, pensionistas, parados, inmigrantes…-Lo que dijo Zapatero de subir los impuestos a “las rentas del capital” se ha quedado en subir el impuesto de plusvalías del 18% al 20%. Al final serán las familias trabajadoras y sus pequeños ahorros depositados en una cuenta del banco, quienes vendan un piso o la casa de los padres o el modesto capital de un pequeño empresario, es decir unos 15 millones de pequeños ahorradores quienes acabarán pagando la parte del león de la subida del impuesto de plusvalías.Ninguna reforma fiscal va a poner fin a los privilegios fiscales del gran capital oligárquico, es decir a obligar a los banqueros y la oligarquía financiera, a las grandes fortunas, es decir a quienes de verdad son el gran capital a devolver a la sociedad vía impuestos una parte sustancial de sus multimillonarios beneficios. La ministra de Economía, Elena Salgado, ya se ha encargado de decir que no se va a tocar la fiscalidad de las SICAV *, esos fondos de inversión privados que sólo tributan el 1%; ni se van a poner medidas especiales para perseguir la evasión de capitales a los paraísos fiscales o acabar con la llamada “ingeniería financiera” a través de la que el gran capital evade miles de millones en impuestos.Por el contrario, piensan sacar otros 1.000 millones de euros penalizando el pequeño ahorro de millones de familias. ¿Pagan los “ricos” o pagamos todos nosostros? (*) Unas 3.400 SICAV controlan un capital declarado en la Comisión Nacional del Mercado de Valores de más de 27.000 millones de euros, casi tanto como los 16,4 millones de declarantes del IRPF que declararon en Hacienda unos 35.000 millones de euros. Pero mientras éstos tributaron al 18% más de 6.000 millones, las SICAV sólo lo hicieron al 1% por lo que, sólo suponiendo que tributaran como cualquier familia al 18%, dejaron de tributar más de 5.800 millones.

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