Alarma social

Abusos a inmigrantes: Los furgoneteros de la ira.

Cada día desde hace años, la gasolinera del Rollo en Murcia es testigo de la lucha or la supervivencia de los inmigrantes sin papeles que buscan trabajo. Es la salida que queda para muchos de ellos para sobrevivir el día a día, sin papeles ni trabajo esperan a los furgoneteros que cada mañana los cargan para un trabajo diario, un jornal para el día con el cual poder llegar al día siguiente.Con la crisis, el paro de la construcción hace que sean muchos los inmigrantes que quedan desprovistos de su medio de vida, sin subsidio por desempleo y sin otra salida que esperar bajo el cielo raso algún furgonetero que los cargue por un mísero jornal. Las furgonetas son cada vez menos y la situación hace que el jornal que se cobra, a menudo sea inferior a los 20 euros por el día de trabajo en el campo. Largas y duras jornadas que se establecen legalmente en un sueldo mínimo de 48 ó 50 euros y que suponen tanto un abuso para los que trabajan como una competencia desleal para los agricultores dedicados a trabajar la tierra.Con la crisis, la entrada de inmigración ilegal se ha restringido bastante. Una práctica que cumple el papel de permitir la entrada de este tipo de mano de obra barata en épocas de abundancia y que sin derechos y de forma ilegal suponen una mano de obra de usar y tirar. La última encuesta del INEM cifraba en 15 000 los inmigrantes en situación de desempleo de la región de Murcia, claro que dentro de estos datos no están contabilizados la cantidad de inmigrantes sin papeles que se ven en una situación de supervivencia. Gente que no existe, mano de obra invisible a la que sacar el pringue, y que en época de crisis vienen bien para hacer los más duros trabajos por un coste mínimo.La Asociación Senegalesa de la Región media por los intereses y derechos de estas personas invisibles. Cada vez son más casos los que reciben, desde intermediarios furgoneteros que luego desaparecen con el dinero dejando a los jornaleros sin su jornal trabajado, hasta pagos de jornales con cheques sin fondo que dejan a los inmigrantes sin nada que echarse a la boca después del duro día de trabajo.La situación hace recordar a la película “Las uvas de la ira” en la que una familia tras ser despojada de la tierra que generación tras generación habian dedicado su vida a trabajar, decidían cargar sus pocas pertenencias y partir en busca del sueño americano. Panfletos que ofrecían puestos de trabajo a los que acudían gentes desde todos los rincones para verse en situación de abuso ante la cantidad de candidatos que permitía que estos fueran cargados en camiones para una jornada de trabajo por un mísero sueldo. La situación hace preludiar un futuro próximo cada vez más duro, en el que ante una crisis cíclica del capitalismo, la clase obrera es la que paga duramente las consecuencias de la crisis.

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