En enero de 2010 el Consejo de Cataluña Caixa aumentó el sueldo del director general Adolf Todó y de su adjunto J. Masana, en plena vorágine de la crisis, y con el Estado inyectando 1.000 millones en la entidad para evitar su quiebra. Unos meses más tarde, en octubre, vuelven a votar un nuevo incremento: Todó pasaría a cobrar 812.500 euros anuales y Masana 610.200.
El presidente de la entidad era Narcís Serra, quien no se quedaba atrás: se había subido su sueldo entre 2007 a 2009 para pasar a cobrar 260.000 euros anuales. Por cierto, el exministro cobraba al tiempo también por su pertenencia a los Consejos de Gas Natural, Applus y Telefónica, lo que se traducía en unos ingreso
Hundimiento meteórico
Narcís Serra cogió la dirección de la caja catalana en un retiro dorado tras sus servicios prestados: ministro de defensa cuando González mete a España en la primera Guerra del Golfo, y vicepresidente hasta que le costó el cargo el escándalo de las escuchas del Servicio de Inteligencia a políticos y personalidades, incluído el Rey.
Cuando llegó en 2005 a Catalunya Caixa era la quinta caja de ahorros de Cataluña, y presumía de un beneficio de 247 millones de euros. Tres años después amenaza con la ruina… se arrastra con la ayuda del Estado hasta 2010 cuando la fusionan a la desesperada con Caixa Manresa y Caixa Tarragona, hasta que definitivamente quiebra.
Por la gestión de esos años Narcís Serra cobró más de un millón de euros…
El Fondo para la restructuración bancaria enterró 12.050 millones en sanear la entidad para entregársela a BBVA por menos de la décima parte. Un desastre absoluto para todos… salvo para los directivos que se habían forrado y el BBVA que se quedaba un chollo.
Las denuncias
En septiembre de 2013, un juzgado de Barcelona admitió una denuncia contra 40 de las 54 personas que gobernaban Caixa Catalunya incluidos el entonces presidente Narcís Serra, y el director general, Todó, por un presunto delito de administración desleal.
Aunque delito ya debería ser por sí mismo que ¡54! personas cobraran del Consejo de Administración.
Además la Audiencia Nacional abrió otra imputación por un agujero de más de 720 millones de euros en el balance de la entidad, tras analizar un conjunto de operaciones inmobiliarias realizadas.
Por si fuera poco entre los años 2008 y 2009 , Caixa Catalunya estafó a sus propios clientes con aquellas famosas participaciones preferentes, engañándoles sobre el alto riesgo financiero que suponían.
La cadena Ser destapó en su momento correos entre directivos y trabajadores que orientaban cómo ocultar el peligro de las preferentes presentando como productos a plazo fijo o a tres meses, lo que era una inversión a perpetuidad, pues para poder convertirlos en efectivo primero tenían que encontrar un comprador para los títulos: Cosa imposible pues eran basura financiera. Llovieron hasta 45.000 denuncias de pequeños ahorradores y aún colean las devoluciones que no han cubierto a todos los estafados.
El desenlace
Pues bien, este febrero, con la primera sentencia (a falta de recursos) el juez les absuelve del delito de administración desleal. Si bien señala la inmoralidad de lo hecho, considera que no puede condenar por su valoración subjetiva y que no constituye delito cobrar millones mientras se funde el dinero público.
Ya ven, Narcís Serra y los responsables de la entidad fueron leales. El asunto se reduce pues a que, legalmente, la lealtad no se mide respecto al pueblo trabajador sino al grupo social de banqueros y monopolistas para los que han trabajado… Y en esto de las extrañas lealtades con el poder y las traiciones al pueblo, Narcis Serra es cum laude, pues ya fue en su momento muy fiel al Pentágono.
Hay lealtades que valen una absolución.