¿A ti también te han dicho puta?

A mí sí, aunque ya he perdido la cuenta. También la de cuántas veces me han tocado desconocidos o se han restregado conmigo. Sé que no es mi culpa, pero qué poco elegante queda escrito…

Acabo de poner #metoo en el buscador de Twitter. Qué bonita sorpresa, es el aniversario de la presidencia de Trump y las calles de cientos de ciudades han sido ocupadas por la Marcha de las mujeres. Por lo que se ve, han sido manifestaciones masivas, y todos los tuits con el hashtag que encuentro hablan de ellas.

Sigo bajando y aumenta la variedad: famosas a favor del movimiento, famosas denunciando el acoso que ellas mismas han sufrido, mensajes contra el manifiesto de las intelectuales francesas, algún troll soltando comentarios machistas… Y mujeres no famosas haciendo públicas sus vivencias. Me paro a leer una de ellas. Es una joven mexicana que ha sufrido acoso en el metro camino a casa. Un clásico: el hombre (mayor que ella) le dice insistentemente lo bonita que es, le pregunta su nombre, su edad, si tiene novio, de dónde es y si lo considera atractivo a pesar de su edad. “Adiós, chaparrita güerita”, se despide cuando al fin llega a su parada.

El hilo terminaba: “al entrar a casa agradecí haber llegado, pero no tendría que agradecer algo así. Fueron 10 minutos que se hicieron eternos, sentí que no iba a poder bajarme y que ya no volvería a casa. Tuve miedo de convertirme en una cifra más, como aquellas que no lograron llegar a casa.”

Amiga mexicana, no estás sola. Cada día son más las mujeres que como tú denuncian las situaciones de abuso y violencia que sufren. Lanzan un mensaje al mundo: señoras y señores, el machismo existe, está hasta en la sopa y es una completa basura. No vamos a callar más, no vamos a tragar con ello. No me lo intentes defender, a ti tampoco te interesa. NO MOLA NADA.

Este mensaje está calando de verdad. La conciencia contra el abuso, las violencias y la opresión que sufre la mujer se extiende y es una MUY buena noticia para todxs.

Por eso, aunque me parece un manifiesto muy interesante -y os recomiendo su lectura-, se me hace muy difícil de entender el interés por parte de las intelectuales francesas de atacar a un movimiento que está dando un poquito más de libertad y voz a la mitad del mundo.«La conciencia necesaria hoy: el machismo no es normal y no hay por qué tragar con él»

Además, creo que pecan de lo que ellas mismas denuncian: el dichoso proteccionismo hacia la mujer. Cuando afirman que no hay porqué “sentirse traumatizada para siempre por un manoseador en el metro” (a parte de ridiculizar el acoso sexual) entran en el juego que la sociedad nos sitúa: el problema eres tú. Qué hacías, qué llevabas, con quién estabas, ¿nos suena? No es muy diferente de: por qué reaccionas así. La diferencia con el mensaje que lanza la sociedad es simple: ellas lo hacen en nombre de la revolución sexual… algo muy peligroso. Porque, hablando francamente, ¿quién está en contra de la revolución sexual?

El problema es que todos los mensajes que pretenden definir qué tiene que hacer una mujer para prevenir el abuso o después del mismo (acordémonos del caso de La Manada) convierten a la víctima en culpable, a la vez que normalizan la opresión que sufre la mujer. Y la conciencia necesaria hoy, para poder cambiar la mentalidad de mujeres y hombres y hacernos un poquito más libres, es exactamente contraria: el machismo no es normal y no hay por qué tragar con él.

Deja una respuesta