Cargando...Cándido Méndez, el secretario general de UGT, se ha atrevido a declarar que descarta la convocatoria inmediata de una huelga general contra el Gobierno porque aún «no ha agredido los derechos de los trabajadores», ni en el futuro mientras el Gobierno respete los derechos de los trabajadores. ¡Escándalo! Cuatro millones de parados, camino de convertirse en cinco, no es una agresión a los derechos de los trabajadores. Casi un millón de familias donde todos sus miembros están en paro, no es una agresión a los derechos de los trabajadores. La incesante aprobación de prácticamente todos los ERE de las grandes empresas, las amenazas de próximas e inmediatas medidas de congelación salarial, de reforma laboral para abaratar el despido, de reforma del sistema de pensiones…, no es una agresión a los derechos de los trabajadores. Si todo esto es respetar los derechos de los trabajadores, qué pasará cuando no se respeten. Es absolutamente inadmisible que se llamen dirigentes sindicales. ¿A quién sirve esta casta sindical?
Sirven al gobierno de Zaatero, sirven a su política de defensa de los intereses de la banca y de las grandes empresas. Por ello, contribuyen a la política de adormecimiento de la conciencia de los trabajadores. Así, el susodicho Cándido Méndez valoró positivamente los datos del paro de mayo durante una entrevista de radio. ¿No le parece gravísimo el número de parados que existen actualmente en España? Y tuvo la falta de vergüenza de recordar la huelga que se convocó contra Aznar en 2002, por el intento de reforma de las prestaciones por desempleo. ¿Puede afirmar que la huelga general de entonces fue justa y correcta, y negar la existencia de una situación inconmensurablemente peor que en 2002? Ahora que no sólo se atacan los derechos de los trabajadores como tales sino también cuando van a casa y se enfrentan a una vida hipotecada. Y el gobierno dando dinero a la banca. Y la casta sindical diciendo que miremos para otro lado.