SELECCIÓN DE PRENSA NACIONAL

¿A quién beneficia el rescate?

El lenguaje nunca es inocente. De ahí el empeño del Gobierno por huir de la palabra rescate. Prefieren hablar de préstamo y, en realidad, tienen razón, pues no se trata de otra cosa; y no solo en el caso de España, sino también en el de los anteriores (Grecia, Portugal e Irlanda). Todo se reduce a préstamos y, además, en condiciones bastante onerosas tanto en los tipos de interés como, lo que es peor, por la imposición de reformas y ajustes que lejos de solucionar los problemas de sus economías las hunden más y más en el precipicio. Por eso, la palabra rescate resulta tan inapropiada, a no ser que entendamos que los rescatados son otras entidades, distintas de los países que solicitan el préstamo.

Lo anterior explica la paradoja de que los Estados que supuestamente tienen que ser rescatados se resistan a ello y que los presuntos salvadores presenten un interés desmedido por la intervención y presionen y coaccionen por todos los medios a su alcance a los futuros rescatados para que cedan. Así ocurrió al menos con Irlanda y Portugal y ha vuelto a suceder con España. Rajoy ha afirmado que no se ha sentido presionado por nadie. Qué iba a decir… Pero lo cierto es que la campaña de acoso internacional ha sido de altos vuelos y no está fuera de lugar suponer que con cierto grado de complicidad interior (…)

Como en las novelas policiacas, habrá que preguntarse a quién beneficia el crimen, en este caso el rescate. Sin duda alguna, a los bancos extranjeros, pero también a los bancos españoles sanos que se ven libres de la obligación de responder con el fondo de garantía de depósitos.

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